La vacuna Sputnik V necesita condiciones especiales para ser almacenada. Debe refrigerarse a -18 grados, a diferencia de la de AstraZeneca que soporta de 2 a 8 grados. Además, luego de descongelarse se debe esperar entre 10 y 15 minutos para colocarla en termos de almacenaje y luego aplicarla en las personas, pues después de ese proceso el tiempo máximo de utilidad en temperatura ambiente es de dos horas.
Esas condiciones generan temor a que el medicamento se pierda, pues para aprovechar los frascos al cien por cien debe haber suficiente demanda de personas en los centros de vacunación.
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De esa cuenta, Salud habilitó la inmunización con Sputnik V solo en los centros de vacunación de la Universidad Rafael Landívar (URL) y el del Centro Universitario Metropolitano (CUM), donde cuentan con los congeladores necesario para conservar las dosis.
Para asegurar que no se desperdicie ninguna dosis de Sputnik V, Leonel Palomino, jefe del centro de vacunación del CUM, dijo que se debe hacer un cálculo exacto de cuántas personas acudirán por la vacuna y así descongelar una por paciente.
“Estamos teniendo mucho cuidado. Entramos por bloques y dependiendo de la cantidad de gente que hay afuera, así descongelamos las vacunas”, explicó.
Palomino asegura que no se ha perdido ninguna vacuna Sputnik V desde el lunes último, cuando empezaron a administrarla. Añadió que en estos tres días han cumplido la meta de inmunizar a 400 personas diarias.
“La ventaja es que sacamos una dosis por una, entonces disminuimos el riesgo”, dijo Palomino, quien agregó que tienen dos congeladores, uno del Salud y otro que les prestó el CUM.
“Gran reto”
De acuerdo con Zulma Calderón, defensora de la Salud de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), Salud enfrenta un “gran reto” para asegurar que las vacunas Sputnik V no se pierdan.
“Tiene que existir una planificación adecuada de las dosis que se usarán por día y por hora de acuerdo a cada centro. Debe estar perfectamente afinada esta planificación”, agregó Calderón.
Además, dijo que durante una prueba piloto el lunes último en el centro de vacunación de la URL hubo fallas de planificación, pues el personal de Salud se demoró hasta 45 minutos para descongelar las vacunas antes de colocarlas en los termos de almacenaje, pese a que el tiempo sugerido es de 10 a 15 minutos.
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Calderón añadió que hasta el lunes 10 de mayo se empezó a capacitar al personal sobre cómo administrar las vacunas Sputnik V, cuando “todas estas situaciones debieron ser contempladas previo a comprar los ocho millones de vacunas al gobierno ruso, pero aquí hacemos las cosas al revés”.
“Es inconcebible que Guatemala haya adquirido millones de dosis sin tener el equipo adecuado para resguardar la cadena de frío. Hay una incertidumbre de cómo se va a manejar este tema”, dijo Calderón.
Según Eliú Mazariegos, director del Sistema Integran de Atención en Salud (SIAS), el Ministerio está en proceso de adquirir 300 congeladores para diferentes puestos de vacunación a escala nacional.
La adquisición se hará a Unicef por medio de una donación de US$1.5 millones del gobierno de Japón.
Hasta el momento han ingresado 50 mil dosis de Sputnik V al país, cuyo lote arribó el pasado 5 de mayo.