Aunque las cuadrillas municipales y del Gobierno continúan con la limpieza de escombros y con la demolición de inmuebles, los comerciantes volvieron a abrir sus locales y las plazas recibieron a sus habituales clientes.
“No me puedo quedar con los brazos cruzados, la vida continúa. Estamos heridos, pero no de muerte. Estamos luchando para no caer en depresión”, manifestó Noé Fuentes, un vendedor de helados del parque central de San Pedro Sacatepéquez, que al no encontrar su espacio regular, instaló su venta a un costado de la plaza.
Manfredo Joachín, junto a su familia, participó en la misa dominical al aire libre, pues el templo tiene daños.
“Estamos recobrando fuerzas, no podemos olvidarnos de asistir a misa, aunque en la calle, pero estamos asistiendo a lo que es una tradición cristiana. Somos personas trabajadoras, porque no podemos esperar a que todo nos venga del cielo”, agregó.
El párroco Gabriel Perdomo, durante su mensaje dominical, criticó que las autoridades no faciliten la ayuda necesaria para San Pedro Sacatepéquez, pese a los fuertes daños sufridos por el sismo que dañó cientos de viviendas y comercios.
Al final de la misa, el sacerdote exhortó a los sampedranos a continuar con fe y trabajo, para recuperar lo perdido.
“Nuestra parroquia se ha dañado, pero la reconstruiremos. Las autoridades municipales de seguro nos brindarán apoyo”, dijo Perdomo.
Reconstrucción
Según un recuento presentado por la comuna sampedrana, al menos 500 viviendas están con daños severos, y ahí se enfoca la labor de descombramiento.
El jefe edil Carlos Bautista aseguró que se trabaja con recursos propios, y se está a la espera de la asistencia del Ejecutivo para agilizar el proceso.
“Los sampedranos iniciaron sus labores comerciales de manera formal este domingo, para que se puedan recuperar, y eso dice mucho de este municipio herido en su infraestructura”, comentó Bautista.
Carlos Estrada, encargado del grupo de apoyo del Estado Mayor del Ejército, confirmó que se dispone de 800 personas, distribuidas en el departamento, para apoyar los trabajos de descombramiento.
Según la Conred, el terremoto dejó 61 mil 127 personas afectadas, cinco mil 827 damnificados y cinco mil 901 casas con daños, de leves a severos.