El acuerdo ministerial es el 668-2023, de fecha 20 de junio de 2023, y fue publicado en el Diario de Centro América.
El acuerdo menciona que es obligación del Estado proteger, fomentar y divulgar la cultura nacional; emitir las leyes y disposiciones que tiendan a su enriquecimiento, así como reconocer el derecho de las personas y de las comunidades a su identidad cultural de acuerdo a sus valores y tradiciones.
Explica que la opinión técnica DEMOPRE No. 005-2022/mkpa de fecha 28 de octubre de 2022, emitida por el Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales; el dictamen financiero No. 007-2023 de fecha 8 de febrero de 2023, emitido por el Departamento Financiero; Dictamen técnico No 17-2023/DT-IDAEH de fecha 17 de marzo de 2023, emitido por la Dirección Técnica del Instituto de Antropología e Historia (IDAEH)- y Dictamen Jurídico No. DAJ -70-2023 de fecha 26 de abril de 2023, emitido por la Delegación de Asuntos Jurídicos, de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural del Viceministerio de Patrimonio Cultural y Natural de este Ministerio, dieron dictamen forma favorable para la procedencia de declaratoria de Patrimonio Cultural de la Nación.
Fue por ello que declararon Patrimonio Cultural de la Nación al Sitio Arqueológico San Bartolo, Flores, Petén.
Señala que el Registro de Bienes Culturales y Coloniales de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural del Ministerio de Cultura y Deportes, deberá de hacer la inscripción correspondiente.
Además, que la Dirección Técnica del IDAEH, de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, deberá de emitir las medidas de protección para el Sitio Arqueológico San Bartolo.
El acuerdo establece que la declaración de patrimonio cultural no representa ninguna responsabilidad financiera para la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural del Ministerio de Cultura y Deportes.
El acuerdo surte sus efectos legales el día de su publicación en el Diario de Centro América, es decir este 18 de agosto.
Un logro para la conservación
Boris Beltrán, co-director del Proyecto Arqueológico Regional San Bartolo-Xultún, comentó que es un logro grande que el sitio arqueológico San Bartolo haya sido declarado como Patrimonio Cultural de la Nación.
Señaló que este es un paso para el objetivo que tienen y es que la UNESCO reconozca ese sitio como Patrimonio Mundial.
Señaló que el mural de San Bartolo fue descubierto en 2001 durante un reconocimiento en la selva tropical. Estudios minuciosos revelan que las obras de arte narran una versión de la creación, que también se encuentran en el Popol Vuh.
Según información del Proyecto Arqueológico Regional San Bartolo-Xultún, el sitio San Bartolo inicialmente fue conocido por chicleros y algunos pobladores de aldeas cercanas; sin embargo, hasta marzo del 2001, las ruinas de San Bartolo eran desconocidas para los arqueólogos.
En ese año el Dr. William Saturno con la ayuda de los guías locales Anatolio López y Bernhard Mittelstaedt, en una expedición patrocinada por el Corpus of Maya Hieroglyphic Inscriptions del Museo Peabody de la Universidad de Harvard para documentar monumentos con textos jeroglíficos, descubrieron los murales en una de las estructuras que sufrieron excavaciones ilícitas.
La obra de arte en el mural representa deidades y humanos en escenas de una mitología de origen que establece la fundación de la civilización maya, la naturaleza divina del propio rey y nuevas formas de gobierno centradas en dichas figuras. También muestra ejemplos de la combinación de figuras y texto, conocimientos del calendario y creencias religiosas características distintivas de la civilización maya.
Los murales de San Bartolo de Petén son considerados uno de los descubrimientos más importantes en arqueología maya del siglo pasado.
Debido a que los mulares estaban suspendidos en el aire y casi destruidos por el túnel creado por saqueadores se requirió mucho trabajo para su conservación, en los que se destinaron cuatro años para excavar y documentar los murales in situ (2002-2005), cinco años para completar la estabilización arquitectónica de los túneles de acceso (2005-2010) y otros ocho años de estudio de los fragmentos murales rotos (2010-2018).