¿Cómo funciona el servicio?
Marroquín: No respetan a los pasajeros, en especial a los de la tercera edad, pero el problema más serio es que en muchas unidades viajan brochas —ayudantes— que están involucrados con bandas de delincuentes.
Los autobuses son demasiado grandes, por lo que interrumpen el tránsito constantemente.
Huinac: No puedo decir que el transporte urbano de la ciudad de Quetzaltenango es malo, es pésimo. El estado de las unidades es malísimo, y los conductores son muy abusivos y negligentes. Además, los brochas están prohibidos, pero son infaltables en los buses.
No respetan las paradas y los pasajeros viajan hacinados. Además, alteran el pasaje, pues el pasaje autorizado es de Q1.25 hasta las 18 horas, pero desde antes empiezan a cobrar Q2.
¿Cuán difícil es movilizarse en áreas urbanas?
Marroquín: El problema es el costo, porque los mismos Q2 paga una persona que toma una unidad para no caminar tres cuadras que para el que se transporta por un kilómetro, que es la distancia aproximada más larga que recorre una unidad en Escuintla.
Tampoco respetan los horarios. Los contratos indican que cada 10 o 15 minutos debe pasar un autobús, pero donde yo vivo tardan hasta 45. Una alternativa que los usuarios encuentran es caminar un trecho para tomar un bus de otra ruta.
Huinac: Los pilotos no respetan sus rutas ni horarios.
No llegan a su destino, por lo que los pasajeros deben transbordar en otras unidades, lo cual representa hacer más gastos y no va acorde al nivel de ingresos de la población.
El servicio extraurbano suple constantemente las deficiencias del urbano.
¿La Municipalidad controla la calidad de servicio?
Marroquín: La Municipalidad de Escuintla tiene una comisión, pero es solo de nombre, pues no cumple con lo que le corresponde. Solo hay dos inspectores para controlar el servicio urbano. Son insuficientes y utilizan relojes que son propiedad de la misma Asociación de Transportistas.
Huinac: En Quetzaltenango hay una comisión municipal a cargo de un concejal que no tiene voluntad política, mientras que los miembros de la Policía Municipal de Tránsito aceptan sobornos de los pilotos. Son muy pocos los que cumplen con su deber.
¿Cómo ven sus organizaciones que los transportistas pidan subsidio?
Huinac: El subsidio que piden al Gobierno los transportistas no solucionaría las deficiencias del transporte, sino que generaría que propietarios de unidades sufrieran más extorsiones.
Marroquín: El transportista siempre se queja de que el transporte urbano no es un negocio rentable, pero lo lógico es que cuando algo no funciona se renuncia a este. Sin embargo, en Escuintla hay propietarios que hace más de 30 años empezaron con una unidad y ahora tienen varias.
El subsidio no funcionaría porque si ahora que cobran caro el pasaje y no ofrecen buen servicio, con la subvención pararían los buses sin preocuparse, porque sabrían que el Gobierno de todos modos les pagaría ese dinero.
¿Los buses piratas son competencia desleal contra los que cumplen con la ley?
Huinac: Se ha tratado de homogeneizar la apariencia de los buses a través de pintarles una franja y de que los pilotos utilicen uniforme, para controlarlos, pero solo se ha quedado en el intento.
La competencia desleal se la hacen los mismos pilotos legalizados porque se entrometen en rutas asignadas a otros.
La razón es que el propietario de los buses pide una cuota específica del pasaje y el resto le queda al piloto, entonces el conductor busca cómo hacer más dinero para él.
Marroquín: En Escuintla no hay buses piratas, sino que deficiencia de servicio por incumplimiento de los contratos.
En el último acuerdo firmado se autorizó que subieran el pasaje, pero a cambio deben tratar mejor al pasajero y no cobrar a usuarios de la tercera edad, pero no lo obedecen.
¿Qué apoyo tienen y cuáles serían las salidas a este problema?
Huinac: El Gobierno apoya a los empresarios y persigue a los líderes que cuestionan el sistema. Estamos desamparados, no tenemos apoyo de sindicatos ni de estudiantes universitarios, como en 1978, cuando se hicieron protestas en contra de dos centavos de aumento en el pasaje. Una salida es que la Municipalidad de Quetzaltenango forme una empresa de transporte con apoyo del Estado.
Marroquín: Nos falta asesoramiento legal para orientarnos porque la Municipalidad no soluciona nada. Se deben aplicar los reglamentos, con multas y cancelación de concesiones cuando los transportistas incumplan. Además, la comuna debe dar las concesiones por menor tiempo, pues así mejorarían el servicio con el fin de que se las renueven.
QUEJAS Y PROPUESTAS
Resumen de quejas de vecinos y propuestas de soluciones.
Vecinos se quejan de que los pilotos de las unidades del transporte urbano de las cabeceras de Escuintla y Quetzaltenango tratan mal a los pasajeros, no cumplen con las rutas establecidas, aumentan el pasaje, obligan a usuarios a viajar hacinados, conducen con negligencia, no tienen licencia, muchos son menores de edad y no acatan horarios.
Los líderes comunitarios Luis Marroquín y Pablo Huinac consideran que el Gobierno no debe dar subsidio a los transportistas porque la situación empeoraría.
Marroquín pide mejor control por parte de las comunas y la aplicación estricta de los reglamentos. Huinac considera que la Municipalidad de Xela debe crear una empresa edil con apoyo del Gobierno.