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Tak’alik Ab’aj: 7 claves que hacen único al parque arqueológico recién nombrado patrimonio mundial

En el Parque Arqueológico Tak’alik Ab’aj se evidencia la fusión de dos culturas: Olmeca y Maya. Además, detalla sus conocimientos arquitectónicos y resguarda la naturaleza.

El parque Arqueológico Nacional Tak'alik Ab'aj, en El Asintal, es uno de los centros de comercio más representativos de la cultura maya. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El parque Arqueológico Nacional Tak'alik Ab'aj, en El Asintal, es uno de los centros de comercio más representativos de la cultura maya. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj se encuentra en el municipio El Asintal, en el departamento de Retalhuleu. Por la manera en que documenta la transición cultural olmeca a maya, por el surgimiento de los primeros gobernantes de la región y por su ubicación, entre otras características históricas, fue inscrito como Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Luego de varios minutos de debate, este 18 de septiembre, el comité de patrimonio de la Unesco decidió que Tak’alik Ab’aj debía ser Patrimonio Mundial. Esto permite que Guatemala afiance el compromiso de protegerlo y conservarlo porque ahora le pertenece a la humanidad.

Tak’alik Ab’aj surgió hace unos tres mil años, durante el Preclásico Maya (1500-800 a.C.), cuando los olmecas transitaban entre el istmo de Tehuantepec, en el sur de México, y El Salvador. Por su ubicación, desarrolló el intercambio económico a larga distancia que permitió el tráfico de productos y materias primas en ambas direcciones. Es considerado un lugar único, porque fue el punto de encuentro entre la cultura olmeca y maya.

De acuerdo con el Ministerio de Cultura y Deportes, representa una historia cultural de 1700 años y es escenario de las expresiones culturales olmecas y mayas. Además, atestigua el genio creativo humano y la capacidad de evolucionar de un sistema cultural a otro, en la búsqueda de soluciones y el reto de adaptarse a nuevos horizontes históricos.

Qué hace especial a Tak’alik Ab’aj

En la región de la boca costa, entre el occidente de la cadena volcánica y la costa pacífica de Guatemala, existió una ciudad conocida como Tak’alik Ab’aj. Su historia abarca desde el año 800 a.C. hasta el 900 d.C., lo que le permitió ser escenario de importantes acontecimientos históricos de Mesoamérica.

El parque es la zona núcleo de Tak’alik Ab’aj y en donde se han realizado más estudios arqueológicos. Abarca una extensión de 15.38 hectáreas, pero la antigua ciudad prehispánica abarcó 650 hectáreas. En la actualidad, el lugar está rodeado por varias fincas privadas.

A continuación, se detallan algunas características que hacen de esta ciudad un sitio único lleno de historia y tradición.

Intercambio cultural

En sus inicios, tuvo contacto con la civilización Olmeca en el periodo Preclásico Medio (800 – 350 a.C.). Luego vivió un periodo de transición (del 350 al 100 a.C.) para después ser parte del surgimiento de la cultura Maya, durante el periodo Preclásico Tardío (100 a.C. al 150 d.C.).

Ubicación

El lugar se encuentra a 600 metros sobre el nivel del mar, en las laderas bien drenadas de la cadena volcánica que recorre la costa del Pacífico.

El paisaje de la bocacosta se caracteriza por ser un continuo descenso hacia la planicie costera, en las laderas se atraviesan ríos que drenan las aguas del altiplano y desembocan en el Océano Pacífico.

En el lugar se encuentra el canal David, de 13 metros de largo. Fue integrado para evacuar agua superficial y dirigirla hacia el sureste de la terraza 3. En la “boca” o parte superior del canal había un altar incensario que recibía el agua.

Importante centro económico

La ubicación de Tak’alik Ab’aj permitió que fuera importante dentro de la red comercial predominante de la región. Su riqueza tuvo origen en el sistema de intercambio comercial a larga distancia que permitía que el comercio de productos y materias primas fluyera de un lado a otro, llegando hasta el Istmo de Tehuantepec en un extremo y hasta El Salvador en el otro.

Riqueza cultural

Los arquitectos de Tak’alik Ab’aj modificaron las laderas del territorio en una serie de diez terrazas sucesivas. En el lugar hay cuatro grupos arquitectónicos principales: Grupo Norte, Oeste, Centro y Sur. La zona del centro urbano tiene 94 edificios y 407 esculturas de piedra.

Debido al intercambio comercial y la comunicación con los sitios aledaños, Tak’alik Ab’aj compartió ideas y costumbres con otros lugares. Esto se ve en la diversidad de estilos escultóricos que posee. Entre los principales se mencionan: el estilo Olmeca, estilo Maya y la representación zoomorfa, el barrigón, el estilo Costero y Local. Incluso, ningún otro sitio en Mesoamérica tiene esta variedad.

En Tak’alik Ab’aj hay aproximadamente 40 esculturas de piedra. (Foto Prensa Libre: Hemerteca PL).

También cuenta con artefactos análogos a ciudades y sitios distantes, como Tlatilco, Monte Albán, Cerro de Las Mesas y Chinkultic, en México; Kaminaljuyu y Cival, en Guatemala; Chalchuapa, Ataco y Planes de Renderos en El Salvador, así como La Regla y Nicoya en Costa Rica.

El nombre de este lugar significa “Piedra Parada”, en K’iche’, debido a las numerosas esculturas en piedra que posee.

Entorno natural

Tak’alik Ab’aj se encuentra en una zona boscosa y con plantaciones agroforestales. La zona del parque arqueológico también es un lugar que permite la observación de aves, ya que se han reportado alrededor de 176 especies.

Además, debido a que está en la bocacosta, se ven especies de aves endémicas a la región endémica “Vertiente Pacífica del Norte de Centro América” (que abarca desde el Sur de México al Noroeste de Nicaragua), así como especies amenazadas de extinción a nivel mundial.

En el Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj se han registrado dos especies endémicas: la Chachalaca de Vientre Blanco (Ortalis leucogastra) y el Colibrí de Cola Azul (Saucerottia cyanura). Entre las especies propias de la bocacosta se pueden encontrar: el Saltarín de Cola Larga (Chiroxiphia linearis) y el Loro de Nuca Amarilla (Amazona auropalliata).

Esculturas con fin astronómico

Tak’alik Ab’aj tiene un observatorio astronómico. Los monumentos que se encuentran en el lugar forman tres filas paralelas cuya orientación en los tiempos de los olmecas fue de 17° noreste magnético, luego, corregida a 19° en el tiempo de los mayas. La alineación final hacia los cielos sugiere que una función de estas esculturas era para la observación astronómica del cielo nocturno.

Tesoros resguardados

En Tak’alik Ab’aj se encuentran algunos tesoros que dan detalles de las dos culturas que coincidieron en el lugar. Por ejemplo, el Ombligo-Mux, que es una cuenca semicircular. Los expertos han indicado que este punto sagrado fue construido en la era olmeca y fue utilizado, posiblemente, como reloj de sol.

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Su particularidad es que no habría servido solo para contar las horas del día y determinar los puntos cardinales, sino ayudaba a calcular el calendario sagrado, las estaciones del año agrícola, los años siderales y solares, así como el movimiento de todos los cuerpos celestes. También se ubica la Estela 5 y un museo al aire libre.

En Tak’alik Ab’aj se ha encontrado la sepultura de dos gobernantes importantes, uno de la época crucial de la transición de la era de la hegemonía cultural olmeca a la florescencia cultural maya temprana, llamado Entierro Real número 2 y el otro, uno de los últimos gobernantes del apogeo maya temprano, o Entierro Real número 1, que data de 150 años d. de Cristo.

ESCRITO POR:

Andrea Jumique Castillo

Periodista de Prensa Libre especializada en temas de salud, bienestar y cultura, con 5 años de experiencia.