Comunitario

“Yo solo escuchaba gritos, la gente pedía auxilio”: habla un sobreviviente de la tragedia en el caserío Quejá

Comunitarios que sobrevivieron a la tragedia en San Cristóbal, Alta Verapaz, estiman que hay más de 150 personas entre las casas que están sepultadas bajo la tierra.

Vecinos claman por ayuda en Quejá, Alta Verapaz. Quieren información de familiares y amigos desaparecidos. Fotografía: Presidencia.

Vecinos claman por ayuda en Quejá, Alta Verapaz. Quieren información de familiares y amigos desaparecidos. Fotografía: Presidencia.

Enrique Pop tiene 25 años de vivir en la aldea Quejá, su familia tiene más de 60 años de haberse trasladado a esa comunidad. Él hasta hace unos días recuerda a su poblado como un lugar verde, rodeado de árboles, pero la lluvia se encargó de arrancar ese bello paisaje de tajo tras un derrumbe de grandes proporciones que se registró la tarde de este jueves 5 de noviembre.

“Se escuchó el derrumbe, se llevó todas las casas y dejó a las personas soterradas, en ese momento nos empezamos a mover para podernos salvar”, recuerda Enrique, que entre todo tumulto se separó de su mamá, no la miraba por ningún lado y hasta llegó a pensar lo peor.

Al cabo de unos minutos, que para él fueron horas, logró comunicarse con ella, que pudo, junto a otros familiares, correr y lograr refugiarse en una comunidad cercana.  Doce de sus familiares más cercanos sobrevivieron, pero hay varios de sus tíos y primos de los que aún no reciben noticias.

Su comunidad ya ha estado acostumbrada a las lluvias, incluso han tenido que hacer frente a otros fenómenos naturales, pero en esta ocasión todo era distinto porque jamás habían visto tanta lluvia en cuatro días seguidos.

“Esto nunca había ocurrido, es un lugar muy tranquilo, es un área verde, nunca habíamos enfrentando algo como este momento, es primera vez…nos ha dejado una pérdida muy grande porque calculamos que hay entre 150 a 200 personas que se quedaron soterradas”, apuntó Pop.

Cuando se dio el derrumbe no pudo ver nada, pero recuerda haber escuchado un ruido tan fuerte como el de un trueno, que a los segundos se hizo nada cuando sus vecinos y amigos gritaban por auxilio, ellos querían sobrevivir.

“No se miraba nada, era una pequeña montaña, eso fue algo inexplicable…toda la gente que estaba en sus casas andaban almorzando cuando se vino el gran derrumbe, yo solo escuchaba gritos, la gente pedía auxilio pero lastimosamente quienes estábamos no podíamos hacer nada”, recordó.

Piden ayuda

Los sobrevivientes están tratando de averiguar que familias están desaparecidas, incluso hicieron un grupo en una de las redes sociales para que todos den información, pero dependen de la señal y hasta del servicio de energía eléctrica.

Ellos le suplican a las autoridades que por favor les envíen ayuda, incluso ya han escuchado varias veces a un helicóptero y eso les da un poco de esperanza.

“Ya en la aldea está circulando un helicóptero y estamos esperando que nos den alguna información, todavía hay personas que se quedaron en la aldea porque ya no pudieron salir, los ríos se crecieron y hay muchos deslaves, ahí se tuvieron que resguardar”, comentó el sobreviviente.

Se olvidaron de la pandemia

En medio de toda la tristeza y hasta del miedo Enrique manifiesta que los sobrevivientes están con la cabeza en otro lado, lo que menos tienen en mente es colocarse una mascarilla, muchos aún tiene la esperanza de conseguir buenas noticias de allegados que continúan como desaparecidos.

“Definitivamente todo acá está descontrolado por todo lo que pasó, la gente está tratando de resguarde unos con otros por todo lo que todavía está pasando, el tema del covid se quedó de lado por todas las penas que estamos viviendo”, finalizó.

Enrique Pop, junto a familiares y algunos de sus amigos se encuentran en el albergue de Santa Elena, donde calcula hay cerca de 600 personas.

 

ESCRITO POR:

Douglas Cuevas

Periodista de Prensa Libre especializado en temas políticos y del sector justicia, con 15 años de experiencia en periodismo escrito, televisivo y radial.