Arévalo, del partido Movimiento Semilla, ganó por sorpresa las elecciones presidenciales, pero el Ministerio Público, liderado por Consuelo Porras, ha intentado interferir en el proceso electoral en unas maniobras calificadas de intento de “golpe de Estado” por el presidente electo.
“Sabemos que no nos la van a hacer fácil, van a seguir usando cualquier medio, construyendo casos, tratando de obstaculizar, pero la toma de posesión el 14 de enero es inevitable”, dijo Arévalo en una conferencia de prensa en la capital estadounidense.
Tanto la Organización de los Estados Americanos (OEA) como la Administración de Joe Biden habían advertido que había riesgos de que Arévalo no pudiera asumir el cargo, pero el presidente electo afirmó que la situación se ha “clarificado” durante las últimas semanas y se mostró convencido al “100 %” de que lo logrará.
Sin embargo, dijo que espera nuevas “sorpresas” de la cúpula de la Fiscalía, que está sancionada por Washington, con la “fabricación” de nuevos casos judiciales en contra de su partido y del proceso electoral.
Arévalo explicó que tiene la “esperanza” de que la fiscal general renuncie, como lo han exigido masivas protestas en el país, y avanzó que si Porras no dimite el próximo Gobierno estudiará “todas las opciones para poder operar”.
También consideró que la reciente orden de la Corte de Constitucionalidad de Guatemala para que el Congreso renueve los jueces de la Corte Suprema que llevan años con el mandato caducado le dará al próximo Gobierno “margen de maniobra” para que haya jueces “idóneos”.
Arévalo descartó por completo un levantamiento militar en su contra, dado que hace dos décadas que el Ejército “no participa en ninguna de las crisis políticas” del país y que los golpes de Estado en el siglo XXI “son hechos con jueces y abogados” pero no con soldados.
Reunión con migrantes
Reveló también que durante su visita a Washington, además de reunirse con miembros del Departamento de Estado y del Congreso estadounidense, se encontró con líderes de la comunidad migrante.
En esa reunión, planteó la posibilidad de crear un nuevo distrito electoral que represente a los guatemaltecos en el extranjero, dado que el 20 % de la población de Guatemala está en Estados Unidos y “son parte fundamental” en la economía del país centroamericano.
Lucha contra el narco
El presidente electo dijo además que la lucha contra el narcotráfico es un tema “fundamental” que su Gobierno enfrentará, aunque predijo que será “complicado”.
“Tenemos más de 20 años de políticos corruptos y como resultado tenemos un alto nivel de penetración del narcotráfico. Sabemos que hay narcoalcaldes y narcodiputados”, expresó.