Hubo partidos que de manera modesta realizaron actividades con sus simpatizantes para comenzar a explicar su plan de gobierno; otros, con más recursos económicos, regalaron motocicletas, amenizaron con grupos en directo y encabezaron desfiles para dar a conocer sus propuestas.
Todas las actividades electorales están regidas por la Ley Electoral y ningún partido debe gastar más de Q34.9 millones, que es el techo de campaña legalmente establecido. Quienes rebasen ese monto podrían enfrentar las consecuencias, que alcanzan la cancelación de la agrupación.
Analistas consultados señalan que será una campaña breve. Son tres meses y por ahora 20 opciones presidenciales, lo que significa un desafío para el elector al momento de definir a quién apoyar.
Arranque clientelar
La forma en como algunos partidos políticos comenzaron con su campaña política 2023, denota una estrategia clientelar y con pocas propuestas serias, al menos así opina la Misión de Observación Electoral Guatemala (MOE-GT), y María del Carmen Aceña, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien).
“Vemos con preocupación la entrega de obsequios por parte de los partidos políticos. Esta es una práctica clientelar. Los candidatos deben salir a buscar votos a través de propuestas viables, no “obsequios”, dijo en un pronunciamiento la MOE-GT.
También es importante analizar si los partidos registrarán dichos “obsequios” como parte de los fondos de campaña”, añadió el Observatorio.
Aceña, del Cien, agregó que los partidos políticos al hacer esta entrega de obsequios “descalifican al votante”, pero mantiene la expectativa a que los ciudadanos se informan a través de medios de comunicación serios, y recibiendo retroalimentación de su círculo cercano para definir la decisión de su voto.
“Hay mucho clientelismo, pero al final la persona vota por la idea o por aquella discusión que tuvo con amigos, o la información que le pareció oportuno, no creo que se vayan solo por el populismo”, dijo Aceña.
*Con información de Douglas Cuevas, Carlos Kestler y Andrea Domínguez.