Elecciones Generales Guatemala 2023

Nuevo gobierno: Las 4 fases de la transición de mando al 14 de enero y qué recibirían las autoridades entrantes

De cuatro fases se conforma el proceso de transición de mando presidencial en Guatemala. Segeplán tiene a su cargo esta tarea y la realiza desde febrero de 2023 y concluirá en enero de 2024.

|

Alejandro Giammattei y Guillermo Castillo ya están en el proceso de transición de mando. El binomio presidencial electo según resultados oficiales lo conforman Bernardo Arévalo y Karin Herrera. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Alejandro Giammattei y Guillermo Castillo ya están en el proceso de transición de mando. El binomio presidencial electo según resultados oficiales lo conforman Bernardo Arévalo y Karin Herrera. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

La coordinación política de la transición de Gobierno está a cargo del presidente de la República y Gabinete, que lo integran ministros, secretarios y gerentes. Mientras que la coordinación técnica es de 153 instituciones públicas, 31 consejos de desarrollo y 340 municipalidades.

Lo anterior está establecido en el traslado de lineamientos de planificación y transición de Gobierno que ha publicado la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplán) en su portal web.

La titular de la Segeplan, Luz Keila Gramajo Vilchez, ha informado en actividades públicas recientes sobre los avances del proceso de transición gubernamental. Destacó que este dio inicio en febrero pasado y ya se ha cumplido con las primeras dos de tres partes.

Gramajo Vilchez ha resaltado que cuentan con una metodología que ha sido asesorada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

El objetivo del traspaso de mando “es garantizar que la nueva administración cuente con información estratégica del país, que incluya aspectos técnicos, operativos, administrativos y financieros de 80 instituciones estatales”.

El 11 de septiembre, según se ha hecho público, ha fijado el Gobierno como una de las primeras fechas para iniciar la transición hacia Bernardo Arévalo y Karin Herrera, binomio electo el pasado 25 de agosto.

Esta tarea la lleva a cabo la Segeplan desde el 2012 y en ella se han planteado que el alcance sea el de una transición planificada oportuna y ordenada a la nueva administración de la información estratégica de país, “para su internalización y conocimiento anticipado del estatus técnico, operativo, administrativo y financiero de cada cartera”, según se lee en documento oficiales.

El efecto que persigue es que “los procesos previstos desde la agenda de desarrollo que se implementan por medio de las Prioridades Nacionales de Desarrollo continúen su curso de acción como parte de las orientaciones de
política de la administraciones de Gobierno, entrantes.

Fases de la transición de mando en Guatemala

Fase 1: Planificación

Una primera fase se desarrolló entre febrero y abril pasado. En ella se dio el traslado de lineamientos para la  transición, evaluación de la Política General de Gobierno, la red de planificadores,  el traslado de lineamientos de planificación,  instructivo presidencial, kit de planificación, elaboración de instrumentos, preparación plataforma de recolección e información.

Sobre esta fase, la titular de la Segeplan, indicó que se llevó a cabo de febrero a mayo. Citada por medios oficiales explicó que “llevaron a cabo talleres para comunicar a las entidades los lineamientos de planificación multianual y para la preparación y entrega de información”.

Fase 2: Borrador de informes de transición

La fase dos, que fue en mayo y junio, abordó la elaboración de carpetas individuales de transición, la compilación, análisis, procesamiento, sistematización y organización de información para informes de transición. Además, administración información en plataforma de transición y primer borrador de informe de transición.

En la segunda etapa, según Gramajo Vilchez, se compilaron, procesaron y sistematizaron los datos para “crear carpetas institucionales, así como el primer borrador del informe, que ya fue entregado al Presidente Alejandro Giammattei”. Esta fase se ejecutó desde junio a la fecha.

Fase 3: Reuniones con sectores y segundo borrador

En la fase tres, que abarca entre julio y septiembre, se desarrollan los prospectivos y escenarios en el cumplimiento de la Política General de Gobierno, una evaluación estratégica de Política Nacional de Desarrollo, la coordinación interinstitucional Segeplán que conlleva: reuniones sectoriales con ministerios y equipos técnico; talleres con los sectores: desarrollo social, económico, político, institucional y ambiental.

La secretaria de planificación explicó que esta fase “proyecta reuniones entre Segeplán y el Gabinete de Gobierno designado para revisar el contenido del informe. Además, se promoverán sesiones de trabajo multilaterales entre las autoridades en funciones y las electas”.

Además, se revisan carpetas de transición, evalúan planificación, macro de indicadores de transición, se hace el segundo borrador informe transición, la edificación y diagramación del primero borrador Informe General de la República 2023 y reuniones multilaterales.

Fase 4: Revisión, hoja de ruta e informe final

Y la fase cuatro, que es entre octubre 2023 y enero 2024. En esta se hace una revisión y ajustes de contenido y
actualización de información, así como la hoja de ruta de trabajo para la generación de información, el informe final de transición y el IGR.

Transiciones limitadas y posible desconfianza mutua

De acuerdo con el excanciller Edgar Gutiérrez, la transición “básicamente implica un ejercicio pasivo y activo de traslado de información de un gobierno saliente un gobierno entrante”.

“Por lo general se cumple solo una parte de ese proceso que consiste en el traslado de la información que elige el gobierno saliente. En los dos últimos gobiernos la transición ha sido mucho más limitada y previsiblemente lo será en esta porque sus gestiones han sido opacas y no han estado sujetas a auditorías sociales o independientes.”, argumentó.

El impacto que esto tiene, según Gutiérrez, es que un gobierno entrante tiene un mal diagnóstico del estado de la administración central de Gobierno y “eso le lleva a tomar decisiones equivocadas, sea porque subestimó el problema o porque lo sobrestimó”.

“Y al final del día eso dificulta su arranque, con lo cual despierta dudas entre la propia población pues puede tomar decisiones que luego revierte generando así incertidumbre”, argumentó.

Para el exfuncionario de Gobierno “es el primer paso, o la primera estación, en una ruta hacia la ingobernabilidad, pues socava la confianza pública en el nuevo gobierno”.

Para el exministro de Relaciones Exteriores históricamente las transiciones han sido “ejercicios formales de desconfianza mutua”.

“Los que salen creen que cualquier cosa que digan será usado en su contra y los que entran piensan que siempre les van a ocultar la información”, reconoció.

Añadió que esto ocurre, en parte, porque ningún partido ha repetido en el poder sucesivamente ni por alternancia, “y en parte también porque no hay instancias independientes capaces de generar información sistemática verificable”.

Para el excanciller éstas podrían ser, por ejemplo, “la Contraloría de Cuentas, alguna unidad autónoma de control político en el Congreso y la propia Oficina de Servicio Civil, sólo para hablar de tres ámbitos que conciernen a las materias de una transición”.

En el caso de la transición actual Gutiérrez la visualiza complicada, por la “persecución arbitraria del Ministerio Público contra todo lo que huele a antipacto de corruptos, y eso podría abarcar a futuros funcionarios de gobierno si se anuncian en medio de esta refriega que ha desatado la fiscal general Consuelo Porras”.