A largo plazo se trata de una realidad que no solo afecta el desarrollo de los pequeños, sino el del país. Se trata de un asunto de interés familiar, económico, comunitario y de políticas públicas, explicaron ayer Julián Oyales, representante de la Campaña Centroamericana para la Comprensión y Erradicación del Trabajo Infantil, y Brenda Cabrera, vocera de la actividad, durante el programa Diálogo Libre, que se transmite por prensalibre.com
¿Qué se entiende por trabajo infantil?
Oyales: Es un fenómeno social que afecta a las personas menores de 18 años, es decir, niños y adolescentes que llevan a cabo actividades económicas que son remuneradas o no, y que afectan su desarrollo físico, emocional y espiritual, e impiden la realización de sus actividades educativas y personales.
¿Cuál es la situación actual del país al respecto?
Oyales: Según estadísticas, hay casi un millón de niños y niñas en una situación de trabajo infantil. El 50 por ciento se encuentra en el sur y noroccidente del país. La mayoría ejerce trabajos agrícolas, pertenecen a un sector rural y son de población indígena.
Siete de cada 10 que trabajan son varones. Aunque hay menos niñas, la mayoría de ellas sí ejercen algún tipo de trabajo, pero están enfocadas en labores domésticas. Casi 400 mil niñas tienen que trabajar en casa, pero hasta ahora estas actividades no son catalogadas como trabajo infantil per se.
¿Qué actividades son consideradas trabajo infantil o explotación?
Oyales: Hay ciertas actividades, como las colaboraciones en la casa, que ayudan a fomentar la responsabilidad en los niños, y por eso no son concebidas como trabajo infantil. Nosotros abogamos por actividades formativas que van de acuerdo con la edad y los intereses individuales de los niños. Pueden ser tareas de casa, escuela o del campo, que ayudan a que los infantes se conviertan en ciudadanos responsables.
Lo que no aceptamos es que los menores sean obligados a tener un trabajo que no está de acuerdo con su edad y poner sobre ellos carga que no les compete. También hablamos de otros trabajos que son considerados delitos, como la trata de blancas y la explotación sexual.
¿Qué factores influyen para que los niños trabajen?
Oyales: Es multicausal. La pobreza es el primer factor, pero también hablamos de la permisividad social. Es decir, hay un pensamiento a nivel comunitario y familiar en el cual se elogia el trabajo de un niño, se ve como una actividad natural. Por otro lado, tampoco hay mecanismos de protección por parte de las instituciones del Estado.
¿Ha habido avances para erradicar esta situación?
Oyales: Se ha logrado identificar cuáles son las peores formas de trabajo infantil, entre las que se encuentran niños que trabajan en reciclaje y en la recolección de basura; trabajadoras domésticas, trabajos pesados en construcción de carreteras, pero no se ha avanzado en la creación de un sistema de protección de la niñez que les permita tener educación, salud y recreación.
¿Cómo afecta a las personas trabajar desde edades tempranas?
Oyales: No solo hay un daño a nivel físico, sino que les llega a afectar en el plano moral. Cuando los niños trabajan en las calles o en situaciones precarias, su dignidad se ve deteriorada y en su desarrollo se sentirán menos que los demás. Todo esto afecta su condición cuando llegan a la edad adulta.
Como ciudadanos, ¿cómo podemos ayudar para prevenir el trabajo infantil?
Oyales: Todos somos responsables de esta situación y podemos ayudar en forma concreta. Por ejemplo, una es la educación y concienciación de los padres, para que se prevenga desde el núcleo familiar. También debe existir conciencia de los funcionarios, para que creen políticas públicas que prevengan esta situación.
Es necesario aumentar las asignaciones presupuestarias para la niñez, ya que actualmente solo se invierten Q5 por cada niño en el país.
Otro aspecto es que todos los niños tengan acceso a la educación, porque esto ayudaría a reducir el problema. A nivel comunitario se deben crear y ejecutar políticas públicas que prohíban este tipo de actividades.
¿Cuál es el objetivo de la campaña que promueven?
Cabrera: El objetivo es que entendamos y comprendamos que es un asunto de interés para todos los ciudadanos. La campaña hace un llamado a todas las personas, ya que nosotros también contribuimos a que continúe esta explotación cuando, por ejemplo, dejamos que un niño nos lustre los zapatos, contratamos mano de obra de menores o cuando damos dinero a infantes de las calles.
Exhortamos a las autoridades, empresarios, sindicatos y ciudadanos a actuar y buscar una Centroamérica libre del trabajo infantil, a través de la creación de actividades formativas que permitan la recreación y crecimiento de los pequeños.
No debemos pensar en los hijos como un ingreso económico, sino que se debe respetar su crecimiento, formación, educación y desarrollo como seres humanos.