Justicia

¿A qué retos y desafíos se enfrentará quien dirija por los próximos cinco años el Instituto Nacional de Ciencias Forenses? 

El nuevo titular del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) asumirá el próximo 18 de julio. Estos son algunos desafíos a los que se enfrenta esta quinceañera entidad técnico-científica.

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Desde julio de 2021 el Inacif cuenta con un laboratorio de Entomología Forense, que servirá para investigar insectos y bichos que se puedan encontrar en una escena del crimen para ayudar a esclarecer casos. Foto Prensa Libre: Juan Diego González / Hemeroteca PL

Desde julio de 2021 el Inacif cuenta con un laboratorio de Entomología Forense, que servirá para investigar insectos y bichos que se puedan encontrar en una escena del crimen para ayudar a esclarecer casos. Foto Prensa Libre: Juan Diego González / Hemeroteca PL

En Guatemala las dos principales causas de muerte son las armas de fuego y los accidentes viales. En 2021, según la organización civil Diálogos, se registraron 2 mil 843 homicidios en el país, mientras que la Policía Nacional Civil sumó 2 mil 160 fallecimientos por siniestralidad vial.

Todos estos casos quedaron registrados y pasaron por las manos de expertos forenses y científicos de una entidad que ha sido relegada en el sistema de justicia.

Ese ente es el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) fue creado por medio del Decreto 32-2006 del Congreso de la República.

Inició funciones el 19 de julio de 2007. Surgió como un auxiliar de la administración de justicia, con autonomía funcional, personalidad jurídica, patrimonio propio y con la responsabilidad en materia de peritajes técnico-científicos.

Antes era Organismo Judicial (OJ), con morgues en hospitales o cerca de cementerios, quien se encargaba.

Quien sustituya a Fanuel García Morales como director del Inacif debe luchar porque le amplíen el presupuesto para lograr tres objetivos: más sedes en el país, defender su independencia y mantener la certificación internacional de cuatro de sus ocho laboratorios.

“Quien sea electo por el Consejo deberá mantener la independencia, la objetividad y la credibilidad del Instituto”, aseguró García. De más de Q500 millones que solicitan año con año, solo han recibido la mitad. La pandemia de covid-19, les redujo más los recursos económicos.

Carmen Aída Ibarra, directora del movimiento Pro-Justicia, ha asegurado que el Inacif es una institución que “no está en el mismo nivel de cooptación de otras” y espera que la alianza política actual “no lo tome por asalto, porque eso sería una debacle”.

La elección del nuevo director, o directora, está planeada para el próximo 21 de junio.

Para Ibarra la importancia del Inacif está en que “es el ente auxiliar del sistema de justicia, encargado de aportar pruebas científicas y técnicas para soportar investigaciones del Ministerio Público (MP) y que los jueces puedan apoyarse más en análisis técnicos y científicos”.

El Inacif, según la experta, hasta hoy, se ha mantenido en su ámbito técnico y científico, que lo hace más independiente. Eso sí, aseveró, es necesario “fortalecer sus capacidades, ampliar su presupuesto, sus servicios y mejorar los laboratorios, entre otras necesidades”.

 

Territorialidad

El OJ tiene presencia en los 340 municipios del país al igual que el MP, no obstante, al Inacif le hacen falta 290 sedes para equipararse.

Inacif tiene 55 sedes. 22 departamentales con atención las 24 horas, todos los días; cuatro especializadas y 29 municipales, que laboran de 8 a 16 horas, de lunes a viernes. Su cobertura es del 15% versus el 100% del OJ y el MP.

El director reconoció que, pese a los esfuerzos de sus dos antecesores, el Inacif tenía un escaso despliegue territorial, con solo 22 sedes en cabeceras y seis heredadas del OJ.

Recordó que antes en esas “sedes el servicio se prestaba de lunes a viernes, de 8 a 16 horas”.

“Antes, por ejemplo, las evaluaciones de mujeres vulneradas en su libertad sexual, violaciones o en personas lesionadas, violentadas, en horas de la tarde o noche, o en sábado o domingo, no tenían atención inmediata y tenían que programar citas para día y hora hábil”, ejemplificó.

Añadió que, en el caso de las necropsias, tampoco se contaba con personal en horarios inhábiles.

“Teníamos la sede departamental solo con cuatro personas y eso significaba que, de acuerdo con los horarios y las jornadas laborales legales, teníamos muchas demandas por violentar derechos, pues se obligaba a trabajar más del tiempo establecido en el código respectivo”, lamentó.

De acuerdo con García abrieron sedes en lugares priorizados y donde era más difícil el acceso para acudir y por la demanda de servicio ante la criminalidad.

El acceso no era tan retirado, pero sí de una demanda alta por las características delincuenciales del lugar.

La dinámica, según las fuentes consultadas, debería ser que el Inacif tenga una sede en cada lugar donde esté el MP y el OJ. El director explicó que esto sería lo ideal para que el sistema de justicia funcione como tal.

“La meta era dejar 50 sedes nuevas más y solo pudimos hacer la mitad”, aseveró.

Junto con la infraestructura se amplió el personal entre médicos, técnicos, personal administrativo, de asistencia. De 600 crecieron a unos mil 300.

“Eso permite prestar hoy el servicio las 24 horas, todos los días. Esto ha sido una gran ventaja para el sistema de justicia. Los jueces y fiscales son testigos del beneficio que han recibido”, apuntó.

“Las necropsias se han trabajado las 24 horas de manera que la gente tenga más rápido los cuerpos de sus seres queridos. Guatemala es uno de los pocos países de Latinoamérica que trabaja necropsias y entrega los cadáveres en un tiempo prudencial. En la mayoría tardan entre 7 y 8 días”, indicó.

“Nos quedamos a medias con el tema de los accidentes viales, que es la segunda causa de muerte en el país. Pero hay un proyecto avanzado con la cooperación coreana”, indicó.

“Esta es un área de las más necesarias, porque después de la muerte por arma de fuego, los accidentes viales son la segunda causa de defunción más fuerte en Guatemala.”, explicó.

 

La mora forense

La mora forense que entrega García es de unos cuatro meses en el laboratorio de toxicología. Durante las restricciones por la pandemia de covid-19 se saturó por las pruebas que solicitaron los jueces respecto de las personas que infringían los estados de Excepción al consumir licor y otras sustancias.  La mora en 2017 era de tres años y medio, dijo.

“Hallamos mora en varias áreas. En sicología forense, por ejemplo, había casos donde las personas interponían una denuncia, se requería una evaluación por violencia sicológica, o maltrato intrafamiliar, y necesitaban el dictamen, pero las citas se estaban dando entre 9 y 11 meses en promedio”, recordó.

Ante esto, valoró: “Era obsoleto al servicio. El dictamen sicológico ya no tenía sentido. Con esto el 60% de las víctimas ya no regresaban y era lógico porque después de esperar tanto por una cita, lo más seguro era que había aprendido a convivir, o a sobrevivir, en el ámbito de la violencia”.

“Hallamos laboratorios, como el de balística, con más de 22 mil casquillos, 3 mil 500 armas y más de 7 mil proyectiles pendientes de peritar. Era una mora de más de tres años atrás”.

 

Infraestructura y laboratorios

El Instituto desarrolla la labor pericial en áreas que no son propias y, por ejemplo, si son morgues de un hospital, no pueden invertir por reparos de la Contraloría General de Cuentas.

El sistema informático era precario, recordó García. “Las 22 sedes no estaban interconectadas por medio de internet”, aseveró. “Ahora sí”, justificó.

El Inacif cuenta ahora con un laboratorio de entomología forense y de análisis ambiental. Además, un área de necro identificación.

En el tema ambiental ya existía una fiscalía de delitos contra el medio ambiente y el organismo judicial había creado juzgados especializados, pero Inacif no tenía esto.

“No tenía un gran impacto todo esto porque, si no hay pruebas, no se puede fortalecer una investigación”, aseguró.

Agregó: “Los laboratorios los fortalecimos con recurso humano, pero también con renovación de equipo. Otro reto del Inacif, porque es un órgano técnico y científico, es seguir invirtiendo en los aparatos porque se van quedando obsoletos, porque con el uso van perdiendo su nivel de fiabilidad”, explicó.

Los laboratorios de balística, toxicología, fisicoquímica y genética están certificados internacionalmente.

 

Escuela y nuevo edificio

El nuevo director deberá continuar con el proyecto del nuevo edificio de Inacif que estará por la calzada Atanasio Tzul, en la zona 8 capitalina. Será en un área de 11 mil metros cuadrados. Disponen de US$20 millones de un préstamo con el Banco Centroamericano de Integración Económica.

Además, cuentan ya con una Escuela de Estudios Forenses que no solo le sirve internamente para capacitarse constantemente, sino actualizar y socializar su labor con jueces y fiscales.

 

Sedes que abrieron

 

  • Amatitlán, Villa Canales, San José Pinula y San Juan Sacatepéquez, en Guatemala
  • Chiquimulilla, Santa Rosa
  • Chisec, San Pedro Carchá y Santa Catalina La Tinta, en Alta Verapaz
  • Rabinal, Baja Verapaz
  • Esquipulas y Jocotán, Chiquimula; Ixcán, Nebaj y Joyabaj, Quiché
  • Puerto San José y Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla
  • Santa Eulalia y Santa Cruz Barillas y La Democracia, Huehuetenango
  • Santiago Atitlán, Sololá
  • Ayutla (Tecún Umán), San Marcos
  • La Libertad, Petén
  • Morales, Izabal.

 

Sedes que deben abrir

  • Ixchiguán y Tacaná, San Marcos
  • Nahualá, Sololá
  • Asunción Mita y Jalpatagua, Jutiapa
  • Gualán, Zacapa
  • San Pedro Pinula, Jalapa
  • Santa Catarina Pinula, Chinautla, Fraijanes, Palencia y San Miguel Petapa, Guatemala
  • Momostenango, Totonicapán
  • Casillas, Santa Rosa
  • Flores, Petén
  • San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango
  • Chiantla, Huehuetenango
  • Livingston, Izabal
  • Ciudad Vieja, Sacatepéquez
  • San Juan Bautista, Suchitepéquez
  • Palín, Escuintla
  • San Agustín Acasaguastlán, El Progreso.