Justicia

Autoridades alertan sobre la droga “pollo” que ya circula en el país y los riesgos para la salud

Nuevas sustancias amenazan al país por su bajo costo y efectos más adictivos, indican autoridades.

Autoridades policiales reiteran que la venta de drogas prevalece en los alrededores de bares y discotecas de seis departamentos.(Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Autoridades policiales reiteran que la venta de drogas prevalece en los alrededores de bares y discotecas de seis departamentos.(Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Cinco zonas de la capital y seis departamentos concentran la venta de droga al menudeo, un mercado ilícito que quedó en poder de las pandillas y tiene mayor distribución en los alrededores de discotecas y bares, según la Policía Nacional Civil (PNC).

Cristina, como se identifica una joven de 21 años, suele visitar centros nocturnos de moda en las zonas 4, 9 y 10, y aunque dice que no consume drogas, ha visto “cómo se mueve ese mundo”.

“Hay lugares donde se vende sin ningún problema. Se consume en las mesas, sobre todo por la madrugada. Los bares cierran, pero el consumo sigue adentro”, comenta.

Los sectores

A pesar de que ya no es el área con mayor número de discotecas, la zona 10 es una de las preferidas para quienes buscan diversión y donde persiste la venta de drogas al menudeo, refieren agentes antinarcóticos de la PNC.

Los investigadores señalan que el narcomenudeo es constante y hay que lidiar con las estrategias de quienes la distribuyen, puesto que las esconden en cualquier lugar, como desagües o rendijas en las paredes.

Agregan que la venta y consumo de cocaína y metanfetaminas prevalece en las zonas 3, 4, 7, 9 y 10, en especial en los alrededores de estos centros.

El director adjunto de la PNC, David Boteo, afirma que el trabajo para efectuar operativos ha sido continuo, porque después de la pandemia las pandillas acapararon los puntos de distribución, sobre todo en la capital y algunos departamentos, por su conexión con los carteles del narcotráfico.

“Chimaltenango, Sacatepéquez, Guatemala, Izabal, Zacapa y Escuintla son los que dan más problema con el narcomenudeo”, remarca.

Capturas

En cuanto a la venta de droga en bares y discotecas, el jefe policial destaca que este año capturaron a varios distribuidores en los alrededores de los negocios, puesto que no son los propietarios de los establecimientos quienes cometen el ilícito.

“Son personas que ingresan al negocio y ofrecen la droga, aunque no siempre son desconocidos, porque tienen el consentimiento de los propietarios. El problema con las discotecas es que no se pueden hacer allanamientos, por el horario en que funcionan”, advierte.

“A los vendedores de droga los hemos capturado porque se les persigue hasta donde viven o hasta los puntos de distribución, pero se tienen que tener fuentes de información, porque a veces son lugares muy selectos y cerrados y no puede actuar la PNC”, agregó.

Boteo reconoce que durante los operativos que la multisectorial —PNC, Instituto Guatemalteco de Migración y Procuraduría General de la Nación, entre otras instancias— ejecuta en las discotecas, los distribuidores “tienen tiempo de tirar o esconder los ilícitos”, y desde que observan el número de policías, alertan a los demás centros nocturnos para que escondan la droga.

“Por medio de estos operativos también nos percatamos que hay menores de edad que trabajan en el negocio, que llegaron a consumir licor o que presentan un estatus migratorio irregular”, añade.

Nuevas drogas

El mercado de la cocaína, según los investigadores antinarcóticos, ha disminuido y las pandillas, mediante conexiones con los carteles de la droga mexicanos, tratan de ingresar nuevos estupefacientes.

Uno de estos es denominada “pollo”, debido a que es elaborada con excremento de estas aves, y en los próximos meses no descartan que se consuma el fentanilo, que causa alarma al Gobierno de Estados Unidos por su alto consumo. Este tipo de droga no tiene sabor ni olor, pero es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina.

Traficantes

El 15 de noviembre último, el Ministerio Público (MP) informó sobre la extradición de dos personas al parecer relacionadas con el tráfico de fentanilo.

Uno de los detenidos, según el MP, era intermediario y se le sindica de hacer uso de sus conexiones para garantizar el suministro de precursores para que el cartel de Sinaloa produzca fentanilo. De acuerdo con el MP, las recientes extradiciones de este año corresponden a las primeras tres capturas por tráfico de fentanilo desde Guatemala.

A criterio de Boteo, la venta de este precursor tendrá el mismo efecto que la llegada de los colombianos prestamistas, que iniciaron por Panamá y extendieron sus operaciones por Centroamérica hasta llegar a Guatemala, donde no descarta que el consumo sea alto en los próximos años si no se cuenta con una estrategia de seguridad.

“La venta de esta droga es a la reversa. Viene de Estados Unidos, México, y pasará por Guatemala hasta extenderse por toda Latinoamérica”, sostiene. “En cuanto a la droga denominada ‘pollo’ ha ocasionado muertes en diferentes puntos del país. Sus efectos son similares a los del crack y es más barata”, concluye Boteo.

Mezclas mortales

Javier Ramírez, asesor en reducción de la demanda y coordinador del programa nacional de la Prevención Comunitaria de la Seccatid, dice que las mezclas “artesanales” para generar mayores efectos en el organismo son mortales.

“Todas las excretas humanas o de animales contienen gas metano que provoca alucinaciones, pero es muy dañino para el organismo”, explica.

Agrega que la droga llamada “pollo” se fabricaba en las cárceles del país, pero los mismos reclusos la prohibieron por los efectos nocivos que causaban.

“Hay personas que han mezclado marihuana con éter, gente que consume el té de la flor florifundia”, añade.

Ramírez enfatiza que que el fentanilo es una droga que causa hasta 200 muertes diarias en Estados Unidos, y el sistema de Salud de Guatemala no está preparado para combatir el consumo de esta nueva sustancia, debido a que aumentarían las enfermedades cardiovasculares y neurológicas.

ESCRITO POR:

José Manuel Patzán

Periodista de Prensa Libre especializado en temas de seguridad, con 18 años de experiencia en periodismo escrito, radial y televisivo. Reconocido con el premio Periodista del Año de Prensa Libre en 2016.