En ese lugar le dispararon a un hombre, y lo hirieron. Le exigían un pago convenido para dejarlo trabajar. Los dos sujetos llegaron en una motocicleta y tras perpetrar el ataque se fugaron en una motocicleta porque dos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), de turno en la emergencia del Hospital General, salieron para auxiliar a la víctima y atraparlos por el hecho criminal.
Los dos presuntos sicarios les dispararon para tratar de escapar, pero no lo lograron. Los agentes repelieron el ataque. Uno de los disparos que hizo Clavería Morales contra los policías impactó en uno, pero el chaleco antibalas le salvó la vida.
La respuesta de los agentes fue disparar y les acertaron balazos en los glúteos. Los sujetos continuaron su huida por las calles del Centro Histórico hasta que dejaron abandonadas una motocicleta y un arma de fuego en la 8a calle y 1a avenida, zona 1.
Continuaron el escape a pie, mal heridos, hasta la 6a calle y 1a avenida zona 1. Ahí los arrestaron y los llevaron a la emergencia del San Juan de Dios, donde quedaron recluidos con custodia policial.
Fueron ligados a proceso y el 5 de septiembre ingresaron en el preventivo para hombres de la zona 18. Como se identificaron como miembros activos de la pandilla del Barrio 18 los recluyeron en el sector 11, donde hay al menos unos 650 integrantes de esa organización delictiva.
El delito por el que guardaba prisión Clavería Morales era asesinato y homicidio en grado de tentativa. De acuerdo con el Sistema Penitenciario el fallecido fue ubicado envuelto en sábanas por lo cual no pudieron constatar si contaba con violencia física.
El Ministerio Público (MP) se hizo cargo del procedimiento y le pidió al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) determinar la causa real de la muerte por medio de la necropsia de rigor.
Clavería Morales, de 25 años, originario de Sanarate, El Progreso, y residente en la capital del país, murió por asfixia por estrangulación, confirmó el Inacif este lunes 2 de octubre.
De acuerdo con las primeras pesquisas la muerte de Clavería Morales pudo tener relación a que no pudieron concretar el crimen que se les encargó desde dentro de la prisión.
En este sector 11, las autoridades practican constantemente requisas, y aunque incautan armas de fuego, blancas y celulares, siempre mantienen comunicación con pandilleros en libertad, revelan.