Este jueves 5 de enero, la PGN detalló que “con el objetivo de brindar protección a los hermanos menores de Genesis Anayeli Ixcajop, la Procuraduría General de la Nación buscó un recurso idóneo que permita garantizar el cumplimiento de los derechos de los menores de edad en mención”.
Se informó que, ante ese panorama, “un juzgado de turno ordenó la medida de protección solicitada a favor de la tía materna, en donde también prohibió la comunicación con el progenitor”.
Tras la decisión del juzgado, La PGN señaló que “dará seguimiento al estricto cumplimiento de esta medida judicial”.
Por la muerte de la pequeña hay tres hermanos detenidos, señalados de ser los presuntos responsables de haber secuestrado, ultrajado y asesinado a la pequeña, quien este año empezaría el primero primaria en una escuela local.
Se trata de los hermanos Luis, Jairo y Edwin Chamalé. Uno de ellos relató que un hombre al que identifica como “el Chema”, le entregó un costal con el cuerpo de la niña y lo amenazó para que lo enterrara. El hecho ocurrió el 1 de enero pasado.
Durante la audiencia en la que los hermanos fueron ligados a proceso, Jairo Chamalé narró que el día del crimen una persona conocida como “el Chema”, y otros tres hombres, le entregaron un costal (en el que estaba el cadáver de Génesis) y le ordenaron que lo enterrara.
Agregó que él tomó el costal porque lo amenazaron y afirmó que “el Chema” es amigo del padre de Génesis.
Jairo dijo en el tribunal que él estaba acostado en su cama cuando tocaron la puerta, y cuando abrió era José María, “el Chema”, y este transportaba un costal.
Afirmó que el Chema, iba acompañado del padre de la menor, y el primero lo empujó y le dijo que se llevara el costal para la parte trasera del patio.
Se desliga de señalamientos
“No tengo nada que ver. Tengo limpia mi conciencia”, respondió Amílcar Ixcajop sobre los señalamientos, a lo que agregó: “la gente no me lleva muy bien. Estoy agarrado de la mano de Dios, el que nada debe nada teme”.
De acuerdo con su testimonio, trabajó en la iglesia donde hubo una vigilia entre el 31 de diciembre y el 1 de enero y regresó hasta las 3 de la mañana. Durmió unas horas y a eso de las 8 de mañana observó, según dijo, “por última vez” a la menor con una caja de cereal y subió al segundo piso con su mamá.
Luego, por la tarde, aseguró que su esposa lo alertó sobre la desaparición de la menor.