Justicia

Crímenes en el preventivo Anexo B: Tumbe de drogas, venta de cocaína y cómo dos hermanos fueron asesinados en cárcel de la zona 18

Los hermanos Byron Esteban y Luis Fernando, de apellidos Hernández Carillo, fueron asesinados en el Anexo B de la zona 18 el pasado 23 y 24 de julio. La línea de investigación lleva a un ajuste de cuentas por un tumbe de drogas.

|

Investigadores de la PNC consideran que hermanos asesinados en el Anexo B lideraban una red de distribución de drogas afuera y adentro del penal donde estaban recluidos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Investigadores de la PNC consideran que hermanos asesinados en el Anexo B lideraban una red de distribución de drogas afuera y adentro del penal donde estaban recluidos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Byron Esteban y Luis Fernando, de apellidos Hernández Carillo, estaban recluidos en el centro de detención preventiva de delitos menores y faltas para hombres de la zona 18, anexo B desde febrero y mayo de 2023. El primer guardaba prisión por asesinato y asesinato en grado de tentativa, mientras que el segundo por el delito de facilitación de medios (relacionado con el tráfico de drogas), según los registros de la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP).

La División Especializada en Investigación Criminal (Deic) de la Policía Nacional Civil (PNC) considera que el hecho tiene relación con un ajuste de cuentas por la venta al menudeo de cocaína. Los hermanos Hernández Carrillo lideraban una red de distribución de drogas al menudeo en calles de la Ciudad de Guatemala y el área metropolitana y estuvieron involucrados, según las pesquisas oficiales, en un tumbe de estupefacientes antes de caer en prisión.

A los hermanos los asesinaron dos privados de libertad que, según autoridades, mantenían una disputa en el penal por la distribución de estupefacientes. Byron Esteban ingresó en el Anexo B el 18 de febrero de 2023, mientras que su hermano, Luis Fernando el 26 de mayo de 2023. Al primero lo consignaron por asesinato, y al segundo por facilitación de medios, de acuerdo con la ley contra la narcoactividad.

Fuentes del DGSP aseguran que ambos hermanos estaban aislados en distintos sectores del Anexo B. Uno en el 2 y el otro en el 4. Fue hasta estos lugares a donde llegaron los asesinos de ambos para eliminarlos. La versión oficial es que fue un ajuste de cuentas por el tumbe de droga que habían ejecutado antes de ingresar en la cárcel.

Hallazgos e hipótesis sobre el crimen

A Luis Fernando Hernández Carillo, de 41 años, lo asesinó, según la PNC el privado de libertad, Byron Darío Mazariegos Duarte, alias Ántrax, de 37 años, quien está detenido por el delito de asesinato. Al sujeto le practicaron una prueba de barrido electrónico en las manos y ropa que portaba para determinar si había usado un arma de fuego, lo cual dio positivo. Fue consignado por este nuevo crimen.

A este sujeto también le endilgan la muerte del subdirector en funciones del Anexo B, Gerbin Rodolfo García Toj, de 36 años y el agente de presidios, Carlos Pérez Guarchaj, de 35. García Toj tenía cinco años de laborar para el Sistema Penitenciario (SP) mientras que Pérez Guarchaj 16 años.

A alias Ántrax lo trasladaron en forma preventiva al centro carcelario de Matamoros en la zona 1 capitalina. Este primer incidente ocurrió el domingo 23 de julio a eso de las 12:30 horas en el interior del Anexo B. En el lugar las autoridades hallaron una pistola calibre 9.19, marco Diamond Back, registro YL3180, dos cargadores y dos cartuchos útiles con la que presumen cometió los crímenes. Además siete casquillos y dos celulares.

A Byron Esteban Hernández Carrillo lo mató, supuestamente, Hans Gener Ortiz Salazar, de 41 años. al sujeto lo capturó el jefe de seguridad del SP asignado a esa prisión, quien lo puso a disposición de la PNC. Le incautaron una pistola con la que le disparó en más de cinco ocasiones al otro privado de libertad hasta darle muerte.

El arma que usó Ortiz Salazar, supuestamente, para cometer el crimen es una pistola Diamond Back Firearms, serie YL3178, calibre 9.19, con un cargador y sin municiones.

Ortiz Salazar estaba recluido en el sector 3 y llegó al 4 para darle muerte a Hernández Carrillo con quien, según la investigación de la DEIC, tenía problemas desde hace tres años por la venta de cocaína al menudeo. Las autoridades consideran que los sujetos seguían teniendo el control de la venta de estupefacientes en el interior del Anexo B, pero también con otras personas en libertad que distribuían la cocaína al menudeo en calles de la capital.