Justicia

Declaraciones y discrepancias permiten condena de 33 años por femicidio de Chelsiry Paola Hernández

Edgar Leonel Marroquín fue hallado culpable de la muerte de  Chelsiry Paola Hernández, cuyo cadáver fue localizado quemado en Villa Canales.

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Edgar Leonel Marroquín fue condenado por la muerte de Chelsiry Paola Hernández. (Foto Prensa Libre: Oscar Vásquez)

Edgar Leonel Marroquín fue condenado este lunes 29 de abril a 33 años de prisión inconmutables por el delito de femicidio de la niña Chelsiry Paola Hernández ocurrido en febrero de 2020.

Después de cuatro años desde que ocurrieron los hechos que derivó con la muerte de Chelsiry Paola Hernández, de 12 años, se dictó condena contra el tío de la víctima.

La sentencia la dictó el Tribunal Segundo de Delitos de Femicidio. De acuerdo con los hechos recabados durante la investigación, Marroquín habría actuado con premeditación para cometer violencia contra su sobrina.

El cadáver de la víctima fue localizado en un sector de Villa Canales, Guatemala, en febrero de 2020.

La última vez que fue vista con vida Chelsiry fue cuando se dirigía hacia su establecimiento educativo cerca de su vivienda en Ciudad Quetzal, San Juan Sacatepéquez.

Un análisis químico forense estableció que Chelsiry aún estaba con vida cuando fue consumida por las llamas, pues su cuerpo fue quemado.

En sus argumentos, el Tribunal cuestionó por qué apareció quemado el cuerpo. Además, el acusado nunca reconoció que él quemó a la víctima; sin embargo, hubo una discrepancia con la antítesis que manejó la defensa, que dijo que “qué delito cometía la persona que quemaba un cadáver”.

El Tribunal reiteró que hubo discrepancias entre la defensa técnica y la defensa material por parte del acusado.

También analizó la hipótesis del Ministerio Público y tuvo acceso a varias declaraciones, como videos de los trayectos que usó Marroquín para cometer el crimen.

Destacó que al cuerpo le prendieron fuego para desaparecer rastros, según el médico forense. Además, para evitar ser incriminado, el sentenciado buscó un lugar alejado para dejar el cuerpo.

Añadió que el acusado, quien no fue coaccionado, quería deshacerse de la evidencia, pues ya le había dado muerte a la víctima, en cuya ropa fueron localizados restos de gasolina.

Señaló el Tribunal que “no existe ninguna duda en cuanto a la existencia del delito y la participación del acusado”.

En la investigación se estableció la “intensidad” del daño causado porque el acusado sabía que buscaban a la víctima, “sabía de la aflicción que estaba padeciendo la familia” y pese a saber la verdad, este también buscó a la menor sabiendo que estaba muerta.

Franklin Hernández, padre de Chelsiry, dijo que esperaban este día de la sentencia y que se haga justicia por lo sucedido.

Externó que la situación para la familia ha sido dolorosa y recordar lo que pasó, en especial para él como padre, pues junto a su hija tenían sueños.

Luego de conocer la sentencia, manifestó que lograron el objetivo y que trataron de hacer las cosas de la mejor manera ante la ley.

Mientras que en su última intervención, previo a la condena, Edgar Leonel Marroquín pidió perdón por las acciones que tomó en su momento. “Se que no son las más correctas”, indicó.