Esta semana fueron detenidos tres agentes de la División de Investigación para el Desarrollo de Pandillas (Dipanda) que fueron descubiertos por sus propios compañeros cuando cobraban extorsión a taxistas.
Para la IG, la clasificación de los hechos denunciados es importante, y más aún las denuncias ciudadanas. “El fortalecimiento de la unidad interna demuestra que la población puede tener certeza que sus inconformidades tendrán seguimiento”, mencionó uno de los oficiales que investiga a policías. “Nosotros estamos ahí sin que los demás se den cuenta”, añade.
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En el 2018 ya van 107 expulsiones de agentes después de haber finalizado procesos administrativos y penales. En detalle, son cuatro inspectores, dos subinspectores y 101 agentes.
Ningún oficial, subcomisario o comisario fue destituido en los últimos dos años, aunque esto no significa que se dejen de investigar, apunta la IG. “Existen investigaciones internas que aún están en proceso”, se informó.
El año pasado fueron 155 policías destituidos, entre ocho inspectores, dos subinspectores y 145 agentes.
Falla la disciplina
“Los casos y señalamientos contra policías reflejan que los sistemas de disciplina, evaluación y monitoreo están fallando a lo interno de la PNC. Es una buena medida haberse percatado y darle seguimiento hasta dar con las capturas”, mencionó Lorena Escobar, analista en temas de seguridad y justicia de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes).
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“Es bueno que denuncien al policía. Siempre se va a agradecer el valor de un ciudadano, pero también es malo que aumenten los casos”, afirmó Adela Camacho de Torrebiarte, quien fue comisionada presidencial para la Reforma Policial y titular del Ministerio de Gobernación del 2007 al 2008.
Durante esa gestión fueron destituidos más de dos mil policías después de culminar procesos administrativos.
Resultado de esa depuración fue la expansión de la IG a Alta Verapaz, Chimaltenango, Quetzaltenango, Chiquimula y Petén.
“Lo fundamental es elevar la Inspectoría a una dirección. También equipar y capacitar a los agentes, así como las pruebas de confiabilidad”, menciona Camacho.
No delinquen solos
Víctor Porras, presidente de la Asociación Orgulloso de mi PNC, que ha impulsado mejores ingresos para los agentes, considera que se debe terminar la cultura del soborno, en la que comete delito el agente y el ciudadano.
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“Las más de 800 denuncias que tienen este año no reflejan todos los actos de corrupción. Me refiero a las mordidas que piden los agentes en las carreteras y los conductores pagan. Eso debe disminuir y hasta terminar”, dijo Porras.
Para Porras, las capturas demuestran que nadie es superior a la ley, por lo cual se debe fortalecer la Inspectoría para que emita las sanciones internas o denuncias penales.
Menos quejas
En el 2017, hubo reporte de mil 491 quejas de supuestas faltas contra policías. Este año la cifra disminuyó a 690. Este tipo de indicios son recopiladas en los distintos medios de comunicación y en las redes sociales. Después, los agentes inician la verificación.
Uno de los casos sucedió el 31 de octubre, cuando tres agentes de la PNC supuestamente agredieron a tres guardias en un centro comercial de Villa Nueva.
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