Esas compras fueron pagadas por Thelma Leticia de León Godínez, contadora de los Bomberos a Lubricentro GT 40, propiedad de Luis Diego Sales, hijo de De León y a la copropietaria, Gabirela Virginia Figueroa Dávila.
En el caso también está implicado Raúl Arturo Chanquín Toc, trabajador especializado de los Bomberos Voluntarios.
En la audiencia, en el Juzgado Octavo, se decidiría si eran ligados a proceso y enviados a prisión o absueltos de las acusaciones de los investigadores, pero el juez trasladó para este miércoles su resolución.
Las pesquisas comenzaron con un informe de auditoría de la Contraloría General de Cuentas, quienes determinaron el monto pagado y que cada compra fue fraccionada en Q90 mil, evadiendo la Ley de Contrataciones.
Apelaba por recursos
En octubre de 2015, el entonces comandante y primer jefe del Benemérito Cuerpo Voluntario de Bomberos pidió al Congreso que aprobaran la iniciativa de ley 4520, que permitiría reformar la Ley Orgánica de los socorristas y obtener mayor presupuesto.
González Arroyo apeló ante la población por recursos para la institución, que hasta el año pasado recibía Q30 millones anuales.
Aunque en 2015 el presupuesto que los Voluntarios recibieron fue de Q56 millones, la mitad de esos recursos sirvió para el pago de 514 personas que tienen plaza en la institución.
El ahora excomandante señalado de corrupción dijo en ese momento que necesitarían al menos Q100 millones cada año para funcionamiento.
Los bomberos Voluntarios también son conocidos por sus iniciativas de solicitar dinero en las calles y el apoyo de entidades privadas para recaudar fondos por medio de donaciones que no tienen fiscalización, para financiar la compra de combustible para ambulancias e insumos médicos.