“La solución contra el feminicidio no es fácil, porque incluye la parte socioeconómica, la parte ideológica y la parte legal”, dijo la presidenta del Consejo Asesor de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas (Unamg), Luz Méndez, quien abogó por “promover el desarrollo económico y social” y “deslegitimar socialmente el derecho de los hombres para ejercer violencia contra las mujeres”.
Méndez participa este miércoles en una mesa redonda en La Casa Encendida de Madrid sobre “Feminicidio y conflictos armados”, que contará también con la participación del fiscal del Tribunal Supremo de España y exjefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad de Guatemala (Cicig), Carlos Castresana.
“Durante los últimos cinco años ha habido un promedio de 650 mujeres asesinadas cada año. Sólo el año pasado, casi 700 mujeres fueron asesinadas”, añadió y expresó la preocupación de la UNAMG porque muchas de ellas fueron asesinadas “de forma atroz”.
A su juicio, la “causa fundamental de la violencia contra las mujeres”, que pervive en el tiempo, es resultado “de un sistema de opresión y discriminación a las mujeres” que “es el sistema patriarcal”, que “no funciona solo”, sino que está “articulado con el contexto sociopolítico”.
“El contexto sociopolítico del conflicto armado favoreció el incremento de la violencia contra las mujeres”, al igual que lo hace el crimen organizado y el tráfico de drogas hacia EEUU que transita por los países de Centroamérica, añadió.
Esa situación se hace “explosiva” en un país como Guatemala por sus “desigualdades socioeconómicas agudas” y “la debilidad del Estado”, dijo Méndez.
En su opinión, la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado debe abordarse desde un enfoque regional.
Al ser preguntada por la propuesta del presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, de abrir un debate sobre una posible despenalización de las drogas como estrategia contra el narcotráfico, Méndez consideró que “es válido buscar otras alternativas”.
“Es muy difícil decir si estamos de acuerdo o no, pero yo sí estoy de acuerdo en buscar otras alternativas, porque lo que ha ocurrido hasta ahora en Guatemala y en otros países vecinos, particularmente en México, donde la respuesta del Estado ha sido la guerra contra el narco, se ha visto que no ha funcionado”, dijo.
Asimismo, confió en que el Gobierno guatemalteco no impulse una “guerra contra el narco”: “Las mujeres sabemos en carne propia que la militarización acarrea mayor violencia contra las mujeres”, explicó.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Mujeres de Guatemala (AMG) , Mercedes Hernández, que también participará en la mesa redonda, destacó que “a las mujeres se las mata por lo que son, una condición a la cual no pueden renunciar”.
“Estos delitos adquieren características muy parecidas a las del genocidio”, añadió.
Consideró que la Ley contra el Feminicidio y otras formas de violencia de género, vigente en Guatemala desde 2008, “se ha demostrado incapaz de llevarse completamente a la práctica” y abogó por que además de redefinir los tipos penales, se redefina el escenario de conflicto donde se producen.