El ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, expresó ayer que tres grupos de narcotraficantes que se disputan el territorio fronterizo entre Huehuetenango y México estarían detrás del ataque armado.
El funcionario afirmó que entre las líneas de investigación se encuentra que los grupos de narcotraficantes del Golfo de México, Sinaloa y los Zetas serían los responsables de haber matado a las siete personas y después quemado sus cuerpos.
Hacen peritajes
En dos helicópteros, 10 técnicos de la Fiscalía de Delitos contra la Vida de la capital llegaron a la 5a. Brigada Militar, desde donde fueron escoltados junto a un equipo de fiscales de Huehuetenango para analizar el escenario del crimen.
“Según los forenses, es necesario que los cuerpos estén en un área fría, para preservarlos y poder identificarlos”, se informó.
Los restos fueron trasladados al Inacif de Quetzaltenango.
Aún no se determina si el ataque estaba dirigido al empresario Luis Antonio Palacios, a quien se le vincula con un grupo del narcotráfico y quien habría invitado a la fiscal, que a su vez invitó a la directora de Sosep en El Progreso, que también se llevó a su hermana.
En el picop donde se conducían los guardaespaldas se localizaron 108 casquillos, mientras que en la camioneta donde perecieron las funcionarias y el empresario tenía 208 perforaciones de AK-47 y fusil M-16.
Claudia Paz y Paz, fiscal general, expresó mediante un comunicado de prensa: “La muerte de un miembro del equipo del Ministerio Público es un serio atentado contra la institucionalidad y contra el trabajo realizado desde cada fiscalía para combatir la impunidad en este país”.
Por su parte, la jefa de la Sosep, Patricia Ovando, se declaró consternada por los hechos en que murió Jennifer Carolina Hernández Moscoso, directora de Sosep en El Progreso, y su hermana.