Una fuente cercana al caso dijo que en una de las aeronaves se incautaron municiones, teléfonos celulares, equipo de computación y dinero en efectivo en euros, dólares estadounidenses y quetzales, así como diversos documentos, champaña y chocolates.
Se halló también un juego de fotografías donde Raúl Osoy, quien tiene orden de captura, aparece de vacaciones en destinos paradisiacos.
Extraoficialmente se mencionó que se encontraron Q164 mil 500, US$100 mil y 500 euros. Además, municiones y equipo de cómputo y almacenamiento digital de datos.
Las naves
Una fuente de la Dirección General de Aeronáutica Civil explicó que en el caso de la avioneta TG-TNT, es una Cirrus SR22, blanco, azul y negro, cuyo propietario es Arrow Aviation Sociedad Anónima con dirección en Calle 77, Andrés Mojica y Esquina, ciudad de Panamá.
La nave es operada por Aviación General y tiene como operador secundario a la empresa Bises Vision, S.A, con dirección en la 5a. avenida 6-17 zona 9 de la capital.
Agregó que el helicóptero TG-MIL, negro, blanco y dorado, es un Bell 206I que aparece registrado al propietario Modern Services Group INC, ubicada en Panamá.
La nave también es operada por Aviación General y el operador secundario es Fashion Gloria, S.A., con dirección en la 4a. calle 3-36, sector A 5, San Cristóbal, zona 8 de Mixco.
Guardan relación
Una fuente de la fiscalía dijo que la avioneta podría estar vinculada a Juan Carlos Monzón.
El operativo se efectuó por orden del Juzgado de Mayor Riesgo B, donde ventilan casos de corrupción. El jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (Feci), Juan Francisco Sandoval, confirmó la inmovilización de las aeronaves, y explicó que la diligencia está relacionada con el caso de la Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ).
Relación con TCQ
Guillermo Lozano, detenido por su vinculación con el caso TCQ, era algo más que un piloto que hizo vuelos para Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, candidatos presidenciales patriotistas en el 2011.
Lozano era uno de los socios de la empresa Aerocentro, un empresario —también amigo del exsecretario general Gustavo Martínez— a quien Pérez confió, además, la supervisión de la reestructuración en la Dirección de Aeronáutica Civil.
En agosto del 2013, Aerocentro quedó en la mira de las autoridades hondureñas, cuando una de sus naves se desvió sin autorización a La Mosquitia. Los análisis detectaron restos de droga.
Los datos llevaron a los fiscales hondureños a investigar a Howard Gilvert Suhr Castellanos, otro socio de Aerocentro. Era él, mucho más que Lozano, el piloto de confianza de Pérez Molina y Baldetti.
La información refiere que Suhr Castellanos también había sido piloto de Raúl Osoy.