“Hubo un enfrentamiento (…) el objetivo en la cárcel de Pavón era vaciarla de los (mil 800) detenidos para hacer una requisa. Estuve en el lugar, pero afuera. (…) El plan fijaba el rol de cada persona y unidad. No estaba bajo la responsabilidad de nadie. Cada uno tenía su función. No supe quién distribuía las órdenes (…)no había jefe” , sostuvo Mario García Frech, director de seguridad del Sistema Penitenciario.
Castillo Alvarado relató que penetró en el penal hacia las 6.30 horas, escuchó balazos y constató que los detenidos se concentraban cerca de la iglesia católica, pero no vio a ninguno hablar con Sperisen y sostuvo que el jefe de la PNC –quien tiene doble nacionalidad guatemalteca y suiza — no utilizó armas, ni habló por radio, y tampoco tenía una lista de detenidos en sus manos.
“Nunca vi ninguna lista, nunca me la pidieron y no la pedí” , enfatizó García Frech, sobre la existencia de una supuesta lista de 25 detenidos, sindicados como los cabecillas de los reclusos, de los cuales siete habrían sido seleccionados para ser asesinados en un hipotético escarmiento para recuperar el dominio de la cárcel, que presuntamente había escapado al control de las autoridades.
Castillo Alvarado relató que el presidente Oscar Berger llegó a media mañana en un helicóptero y que recorrió algunas de las instalaciones, acompañado por los ministros de Defensa (Francisco Bermudez) e Interior (Carlos Vielmann) , junto a Sperisen.
“Pavón era una plataforma del crimen organizado” , subrayó Castillo Alvarado.
“Una plataforma internacional por el tipo de personas que estaban encarceladas, los presos pagaban para ser trasladados a Pavón (…) los prisioneros ponían candados del lado interno, las autoridades no podían entrar (…) el último intento fue en 1998: hubo 18 muertos de las fuerzas de seguridad, porque la población reclusa tomó las armas” , concluyó García Frech.
Mañana ha sido llamado a declarar Javier Figueroa, segundo al mando de Erwin Sperisen en la PNC, quien fuera absuelto en octubre de 2013 en un juicio en Austria. Carlos Vielmann, ministro del Interior asimismo implicado en este caso, aguarda su juicio en Madrid, España.