En este proceso, el único acusado es el exjefe del Comando Seis de la desaparecida Policía Nacional (PN) Pedro García Arredondo, quien se declaró inocente al comenzar el juicio.
La Fiscalía señala a García Arredondo como presunto autor del asalto y posterior quema de la Embajada de España, donde murieron 37 personas, el 31 de enero de 1980, durante el régimen de Romeo Lucas García.
La reproducción del audio en la sala era difícil de entender, pero las preguntas que el fiscal le hizo en esa oportunidad, las que aprovechó para afianzar aquellas declaraciones, permiten reconstruir algunos hechos importantes.
Cajal afirmó que antes del incendio hubo una comunicación telefónica en el momento en que las fuerzas de seguridad irrumpieron en la segunda planta de la Embajada.
Describió la sede diplomática como un chalet modesto, al cual ingresaron campesinos y estudiantes cuya actitud “en ningún caso fue de violencia activa”.
Con hachas
“En absoluto”, respondió Cajal a la pregunta de la Fiscalía sobre si hubo alguna autorización para que la Policía ingresara en el recinto. Agregó que los agentes de la PN llegaron provistos de hachas.
El abogado defensor de García Arredondo, Moisés Galindo, expuso que las declaraciones vertidas por Cajal “demuestran solo hechos notorios”.
“El hecho notorio que hubo un incendio no está en discusión en este juicio. Está en discusión de quién es la responsabilidad”,
enfatizó.
El Tribunal escuchó también la reproducción de las declaraciones en prueba anticipada de Beatriz de la Iglesia, esposa del diplomático, y Pedro Bermejo Marín, funcionario de la Embajada.
El ex jefe policial también enfrenta cargos por supuestamente haber ordenado la muerte de dos estudiantes que fueron emboscados por un comando en las cercanías del paraninfo universitario. Ellos habían asistido al funeral de las víctimas.
Los testigos
Hasta ahora han declarado exfuncionarios y familiares de víctimas.
Mario Arturo Aguirre Godoy, expresidente de la Corte Suprema de Justicia, dijo que estuvo presente en la sede diplomática cuando ingresó la Policía Nacional.
Sergio Vi Escobar, querellante y testigo, declaró que con la toma de la Embajada de España se buscaba denunciar los abusos del Ejército y la Policía en el occidente del país.
Los periodistas Óscar Clemente Marroquín Godoy y Guillermo Raúl Meoño Rodríguez también testificaron.
Teresa de Villa Vásquez, quien perdió a su madre en el incendio, regresó al país el 30 de octubre último, para declarar en el juicio.
