Según pesquisas, los policías ingresaban el producto como aceite mineral, luego lo pasaban por las jurisdicciones de Jutiapa a Santa Rosa, hasta llegar a Guatemala, donde se entregaba a las gasolineras y se comercializaba.
Los agentes policiales enfrentan debate por asociación ilícita, defraudación aduanera y obstrucción a la justicia.
En investigaciones se explica que la estructura estaba formada por empresarios, gente vinculada a la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y los agentes policiales señalados, quienes se encargaban de hacer los contactos en El Salvador y México.
*Con información de Hugo Alvarado