El testimonio fue escuchado por el Tribunal Primero B de Mayor Riesgo, por medio de videoconferencia. La identidad del exagente permanece en secreto. Dijo que por tres años fue subalterno de García Arredondo.
Relató que el 31 de enero de 1980, cuando se registró el siniestro en la sede diplomática, toda la fuerza policial permanecía concentrada a la espera de órdenes para desarrollar un operativo especial. Incluso fueron llamados quienes estaban de descanso.
El Comando Seis de la PN estaba formado por aproximadamente 150 agentes, los cuales estaban organizados en cuatro grupos.
“Ese día fui nombrado por la Jefatura de Servicio para acompañar a José de Jesús Castro, jefe de narcóticos, a un operativo en la zona 6, que se desarrollaría de 12 a 18 horas. A Pedro García Arredondo lo mandaron a la Embajada de España”, expresó.
Al regresar a la sede del Comando Seis, el testigo escuchó cómo dos de sus compañeros, a quienes identificó como Isaac Silva Leal y Agustín Santos Rodas, comentaban sobre lo ocurrido en la embajada española.
Entre el diálogo oyó que uno de sus compañeros dijo al otro: “Saber quién echó fuego ahí, va vos. Cumplimos con las órdenes del jefe. Ojalá no salga clavo de ahí”, relató.
También dijo que Santos Rodas era un agente que contaba con la confianza de García Arredondo, porque era parte de su equipo de seguridad.
El Comando Seis estaba dirigido por García Arredondo, José Antonio Lima López y Rodrigo Cruz Gudiel.
Otros testigos
El Tribunal también escuchó la declaración de Francisco Guillermo Monterroso, quien conformaba el Cuerpo de Detectives de la PN, y quien llegó a la sede diplomática antes del incendio que arrasó con 37 víctimas.
Monterroso explicó qué iba vestido de particular porque fue enviado solo para observar lo que sucedía. Cuando llegó, los agentes del Comando Seis ya habían rodeado la embajada y no permitían el acceso a socorristas, periodistas o personas vestidas de particular.
Además, declaró Víctor Manuel Ferreño Figueroa, exdirigente del Frente Estudiantil Robin García, grupo universitario que acompaño a los campesinos de Quiché durante las protestas para denunciar los abusos del Ejército en la región.
Ferreño Figueroa aseguró que entre octubre de 1979 y enero de 1980 llegaron a la capital dos grupos de campesinos.
Víctimas
La quema de la Embajada de España se registró el 31 de enero de 1980.
El resultado del siniestro fue la muerte de 37 personas, entre campesinos de Quiché, sindicalistas, estudiantes universitarios, exfuncionarios —Eduardo Cáceres Lehnhoff, exvicepresidente, y Adolfo Molina Orantes, exministro de Relaciones Exteriores— y empleados de la sede diplomática.
Los campesinos buscaban una reunión con el embajador español de la época, Máximo Cajal y López, para denunciar en la misión a su cargo los abusos de militares en Quiché. El funcionario español sobrevivió.
El incendio comenzó en la oficina del jefe de la misión diplomática. según la declaración de testigos.
El campesino Gregorio Yujá Xoná también sobrevivió al siniestro, y por quemaduras de gravedad fue ingresado en un hospital privado.
Posteriormente, fue sacado del centro asistencial y ultimado. Su cadáver fue lanzado en la Universidad de San Carlos.