Guatemala

Ultimada luego de testificar

Glendy Maribel López apareció degollada cuatro días después de haber identificado a Kenselt Alexis Rivera Ortiz y Alfredo Xajap Jucú como los autores de la muerte de su amiga Glendy Guadalupe —Lupe— Calvillo, ocurrida en agosto del 2012.

Kenselt  Rivera Ortiz y Alfredo Xajap Jucú enfrentan proceso por femicidio. Ambos fueron reconocidos por una testigo  que apareció muerta cuatro días después de haber declarado.

Kenselt Rivera Ortiz y Alfredo Xajap Jucú enfrentan proceso por femicidio. Ambos fueron reconocidos por una testigo que apareció muerta cuatro días después de haber declarado.

La identidad de la testigo que rindió declaración como prueba anticipada en el proceso contra los dos señalados prácticamente quedó evidenciada en un interrogatorio conducido por la Fiscalía y sin que la jueza frenara ninguna pregunta comprometedora.

El video que los jueces vieron ayer fue filmado el 22 de noviembre del 2012. López aparece envuelta en un vestido azul y con gafas oscuras que cubrían la mitad de su rostro ante una cámara Gesell.

La jueza que condujo el proceso en esa ocasión le advirtió de que no debía descubrirse el rostro porque Xajap Jucú, alias Slipy, estaría presente. Minutos antes el Ministerio Público y la Procuraduría General de la Nación pidieron resguardar a la testigo en la audiencia.

“El sindicado no está viendo su rostro”, la tranquilizó la jueza. Durante una hora, López, hija de una alcohólica que la dejaba hasta dos días sin comer, contó cómo vivió con su amiga durante tres meses.

Testimonio

López confesó que extorsionaba en la calzada Roosevelt y que “trabajaba” para el Slipy.

A las preguntas insistentes del fiscal confesó el apodo y el nombre de Rivera Ortiz y admitió que tenían una relación sentimental, lo cual terminó por poner en evidencia su verdadera identidad.

“Ellos nos llamaron”, aludió a los dos sindicados, al pedirle que contara lo sucedido el 29 de agosto del 2012, cuando murió Lupe.

“El slipy se le acercó, la abrazó —a Guadalupe—. Mi novio me abrazó a mí”, prosiguió. “El mojarra salió del callejón y disparó. Como pude, me escapé”, resumió. El cuerpo de Lupe quedó tendido en un callejón sin salida con cinco balazos.

López, quien tenía 17 años y era madre de un niño, contó que días antes de grabar esa prueba anticipada dispararon frente a su casa. “La mataron a ella y ahora me quieren matar a mí”, afirmó en la audiencia. En efecto, cuatro días después de esa prueba anticipada sus victimarios cumplieron su amenaza.

¿Negligencia?

La prueba anticipada se utiliza, según el Código Procesal Penal, precisamente porque existe el riesgo latente de que cuando llegue el momento de presentarla el testigo no podrá hacerlo.

La Fiscalía tenía tres caminos: pudo evitar preguntas comprometedoras, hacer parte a la testigo de un programa de colaborador eficaz o testigo protegido y en última instancia pedir la protección al juez el día de la prueba anticipada, explicó el catedrático de Derecho Penal, César Calderón.

El trabajo del fiscal es interrogar para llegar a la verdad. No obstante, el juez pudo en un momento haber detenido ciertas preguntas que ponían en riesgo la identidad de la víctima. “En las manos del juez estaba frenar al fiscal”, agregó Calderón.

La muerte de la testigo pudo deberse a una negligencia, según el penalista José Toledo.

La víctima pudo haberse acogido al programa de protección de testigos, como la ley lo estipula. De no haber estado incluida, la Fiscalía debió asegurarse de que la testigo recibiera protección perimetral y seguridad personal, coincidió Toledo.

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