El magistrado de conciencia destacó que que del 2017 al 2020 los migrantes han contribuido con el país al enviar más de US$30 mil millones en remesas familiares.
Rodas también hizo un llamado a las instituciones del Gobierno para garantizar la salud y dignidad de los retornados y para invertir su presupuesto para darles una atención digna, que incluya alimentación, acceso a agua potable, así como áreas de aseo y descanso.
En ese sentido, este año las instituciones involucradas con la recepción de guatemaltecos deportados han recibido más de Q71 millones de partidas presupuestarias que tiene relación con migrantes.
El Instituto Guatemalteco de Migración, Q33.4 millones, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Q33.1 millones y el Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua), Q5 millones, según los datos del portal Transparencia Fiscal del Ministerio de Finanzas
Luis Padilla, exembajador
En el caso de Conamigua la totalidad de sus recursos han sido gastados en pago de salarios y nada en atención a migrantes,
Atención digna
Juan Luis Carbajal, secretario ejecutivo de la Pastoral de Movilidad Humana, criticó que para cierta población “los migrante se han convertido en los victimarios peligrosos”, cuando ellos son las víctimas, debido a que “el miedo y el peligro nos ha cerrado el corazón”.
Señaló que todos aquellos sectores que se han beneficiado de los migrantes “y han hecho su riqueza gracias a las remesas” no han sido capaces de construir un centro donde los migrantes puedan ser atendidos dignamente, y las autoridades no saben ni siquiera en donde instalarlos “y los tienen de un lado para otro como que fueran cajas de tomate esperando que se pudran”.
“Dónde están los millones de Conamigua para tener un lugar digno de cuarentena para los migrantes, un lugar seguro y donde les den la información para que ellos no huyan”, cuestionó Carbajal.
“Ayer en una estación de radio escuchaba yo que parecía… Si así persiguieran a los delincuentes y a los políticos y diputados sinvergüenzas el país sería otro”, agregó
Deportaciones deben cesar por razones humanitarias
Y mientras avanza la emergencia en Guatemala por la pandemia del coronavirus, el presidente Alejandro Giammattei anunció este viernes un alto de los vuelos de deportados hasta que EE. UU. cumpla con garantizar la salud de todos los retornados.
No obstante, exdiplomáticos consideran que este freno debe ser durante el tiempo que dure la emergencia porque los casos de contagios que ingresen a través de estos vuelos pueden echar por la borda los esfuerzos que ha hecho el país para resistir el confinamiento y la paralización de la economía.
El exembajador Roberto Palomo, quien ocupó cargos diplomáticos durante 29 años, aseveró que lo que el Gobierno de Guatemala debe hacer es “invocar una serie de figuras que tiene el derecho internacional en cuestiones humanitarias y de derechos humanos”.
“El tema es decirles a ellos -EE. UU.- que es una situación extremadamente crítica”, precisó Palomo, quien considera que hay varios argumentos que se pueden esgrimir para hacer una solicitud sólida con el objetivo que se detengan las deportaciones.
Entre estos, citó, está demostrado que la población hispana ha sido una de las más vulnerables en aquel país ante el coronavirus, además que Guatemala carece de una infraestructura adecuada para atender a un considerable número de deportados, posiblemente infectados.
Juan Luis Carbajal, secretario ejecutivo, Pastoral de Movilidad Humana
“Al margen de los temas médicos, tratamientos y prevención, lo más importante es hablar con ellos -EE. UU.- y pedirles que por favor no nos deporten a las personas -con covid-19-, porque si recibimos dos o tres vuelos diarios puede volverse una cuestión desastrosa, terrible e impensable”, señaló el exdiplomático.
Según Palomo, a pesar de las advertencias que hizo el presidente de EE. UU., Donald Trump, hay un buen margen de negociar, sobre todo con el Departamento de Estado de EE. UU., porque “los argumentos de Guatemala son muy atendibles” y “no podemos enfrentar algo así, en que solo nos envían seres humanos y les dicen ‘váyanse de aquí’”.
“Por eso se cerraron las fronteras y se suspendieron los vuelos, estas medidas son indispensables para evitar una tragedia”, advirtió.
El exvicecanciller y exembajador Luis Padilla coincidió en que, de acuerdo con el derecho internacional, Guatemala puede solicitar por razones humanitarias la suspensión de las deportaciones para que aquellos migrantes que sean detectados con covid-19 permanezcan allá para su tratamiento, y en su momento, cuando sean enviados de vuelta al país se les debe hacer la prueba.
Agregó que EE. UU. tiene más capacidad de la que tiene Guatemala para atender a los migrantes contagiados, pero si son enviados de vuelta a su país, en primer lugar, pueden contagiar al resto de personas en el avión y luego a más en sus comunidades.
Respecto de que el presidente de EE. UU., Donald Trump ha amenazado con retirar el derecho de visa a los ciudadanos de los países que se nieguen a recibir a sus deportado, Padilla calificó de “absurda” la amenaza del mandatario estadounidense puesto que en estos días nadie quiere viajar a ese país.
Si quiere a algunos
Sin embargo, EE. UU. ha dado muestras de flexibilizar sus políticas migratorias, esta semana anunció que se detendrían las redadas para que los migrantes sintieran confianza de pedir ayuda médica de sospechar que están contaminados. Además, anunció la ampliación del programa de visas para trabajadores agrícolas.
Pero estas medidas no son precisamente humanitarias.
El secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Chad Wolf, reconoció que el objetivo de la medida “vital” es “para mantener y asegurar la cadena de suministro de alimentos críticos para el país”.