Con ayuda de su esposo, y de integrantes de la Asociación de Guatemaltecos en el Exterior, Chacón visita el primer domingo de cada mes por lo menos seis puentes del noroeste de la ciudad donde acampan los desamparados y les lleva artículos de primera necesidad.
“Tenemos que ser realistas, no podemos sacar a esa gente de las calles, pero sí podemos hacerles la vida un poquito más fácil”, declaró.
Su propósito es dar “amor, cariño y comprensión” a los indigentes, cuyo número aumenta cada año y no tienen cabida en los albergues de la ciudad, según dijo.
La comida que distribuye contiene arroz con pollo, fruta y chocolate caliente, que se suma a los abrigos y bolsas de dormir.
También se distribuyen mochilas con cepillo y pasta dental, analgésicos y otros artículos para sobrevivir en la calle.
Seis puentes visita Chacón cada mes.
Alimentos y abrigo es parte de la donación.
Blanca Rodríguez, una de las personas que recibió una mochila el domingo pasado, agradeció la ayuda que le aportó “cosas que necesitaba pero no podía comprar por falta de dinero”.
Omar, otro de los indigentes, dijo que por lo general “la gente solamente te mira, pero no te ayuda”, como lo hacen Rossie y sus acompañantes.
Tarea gratificante
Chacón, que vive en el suburbio de Melrose Park, considera esta tarea “increíblemente gratificante”, porque ayuda a personas que están solas y desempleadas.
“Gente de todas las etnias y con historias desgarradoras que conmueven”, agregó.