Estados Unidos dijo que el grupo humanitario cuenta con varias grabaciones de cámaras ocultas que muestran a los agentes fronterizos pateando y tirando el agua dejada por los voluntarios. Dos de estos casos fueron grabados en el verano de 2017.
“Sabemos que pueden ser los animales, pero este tipo de daño es muy diferente”, explicó el voluntario.
Aunque en esta región también hay cazadores, rancheros y miembros de milicias civiles, la evidencia apunta mayormente a la Patrulla Fronteriza, según Washington.
Además de las imágenes de video en las que aparecen agentes destruyendo la ayuda, No Más Muertes cuenta también con el testimonio de voluntarios y de los mismos inmigrantes.
“El grupo pone agua en tierras públicas, privadas, tomando en cuenta la jurisdicción de las tierras, las temporadas de caza, la presencia de milicias, el único componente constante en todos estos lugares es la presencia de agentes fronterizos”, dijo Washington.
Durante las últimas dos décadas los restos de siete mil personas se han hallado en la frontera entre los Estados Unidos y México.
Durante el período del estudio (de marzo del 2012 a diciembre del 2015) la Oficina del Médico Forense en el condado Pima reportó el descubrimiento de 593 personas muertas en la frontera de Arizona.
En las conclusiones del informe, No Más Muertes solicita a la Oficina de Protección de Fronteras y Aduanas (CBP) que desmantele a la Patrulla Fronteriza y establezca un programa de reparaciones para las familias de todas las personas desaparecidas o fallecidas como resultado de la política de Estados Unidos en la frontera.
También pide que se reconozca el hostigamiento a voluntarios de ayuda humanitaria y se prohíba la destrucción y confiscación de agua.
Así mismo hacen un llamado a las Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que inicien una investigación sobre la obstrucción por parte de la Patrulla Fronteriza de la ayuda humanitaria.