“No veo un final a esto en 120 días, creo que se mantendrá expandiendo”, manifestó Fitch a The Oklahoman.
Oficiales de la base militar confirmaron que un primer autobús, con decenas de menores en su interior, en su mayoría adolescentes, ingresó a las instalaciones de Fort Sill a primeras horas del viernes último.
Ayer, 135 niños que fueron detenidos cuando entraban de manera ilegal en el país, fueron llevados a Fort Sill, en donde serán albergados de manera temporal hasta que las autoridades migratorias decidan su futuro.
El anuncio de que la base militar, que según el censo del 2010 con un 12.6 por ciento de población hispana, albergará entre 600 y mil 200 niños indocumentados ha merecido diversas reacciones entre los políticos locales.
La gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, mostró su desacuerdo con la idea de que una base del Ejército sea usada para necesidades “extramilitares”.
Migrantes
47 mil niños han llegado a EE. UU. sin acompañante, en los últimos siete meses.