La empresa brasileña fue contratada por el país para la ampliación a cuatro carriles de 140 kilómetros a Cocales, Suchitepéquez, hasta Tecún Umán, San Marcos, frontera con México. Esto costaría US$399 millones —Q3 mil 32.4 millones—. Sin embargo, a los pocos meses se modificaron los términos iniciales, lo que hizo que se redujeran los términos de la obra.
En un principio se había contemplado que la carretera debía durar 10 años y cuando se modificó el contrato se habló de 20 años. Ese cambio incrementó el costo, pero también tendría que haber aumentado la calidad. Al final, la obra no fue concluida.
La reforma del contrato inicial ha despertado suspicacias en la mayoría de las autoridades del Gobierno que investigan la obra. Estas indagaciones están bajo reserva, por orden del Ministerio Público (MP), que en varias oportunidades ha evitado hablar del tema.
Según funcionarios de la Contraloría, la intención es verificar la calidad de la carretera y si en verdad mejoró tras los cambios al contrato.
El problema es que la construcción de la obra fue irregular, pues se ejecutó por tramos. Es decir, los 140 kilómetros iniciales se dividieron en tres, por lo que se desconoce en cuál de esas fases se mejoró la calidad y cuál ya se había construido antes del cambio contractual.
La intención de la CGC en este momento es hacer un análisis de la calidad de los materiales, tiempo de durabilidad, cumplimiento de las especificaciones contratadas y resistencia.
Para ello están requiriendo la extracción y cortes cilíndricos de, al menos, 48 tramos de la carretera, en los cuales se evaluará desde la calidad de los materiales de la cinta asfáltica hasta el grosor y las bases o capas que se colocaron bajo el pavimento.
Se requiere la utilización de maquinaria tipo Bobcat, con martillo, para la demolición de áreas.
Un ingeniero civil que solicitó omitir su nombre aseguró que es evidente que la intención de la Contraloría es revisar la calidad de la obra.
“Dadas las muestras que están solicitando, se puede decir que la intención de la Contraloría es determinar si las calidades corresponden a lo contratado. Se está midiendo resistencia, calidad y cualidades de la obra”, detalló.
El soborno
En diciembre último, las autoridades de Odebrecht reconocieron en Estados Unidos que sobornaron a políticos, funcionarios y autoridades en al menos 12 países, incluyendo Guatemala.
Durante su declaración, los brasileños reconocieron que tenían un departamento específico para la entrega de sobornos a políticos y funcionarios de los países en los que estaban interesados en ingresar o donde ejecutaban obras.
Admitieron haber entregado en Guatemala US$18 millones —Q136.8 millones—. La investigación de esos hechos está en reserva.
En la nota Concuño de Alejandro Sinibaldi es pieza clave en Odebrecht, publicada por Prensa Libre el 24 de abril, se reveló que uno de los informantes del Ministerio Público Federal en Brasil vinculó a Juan Arturo Jegerlehner Morales, familiar del excandidato del extinto Partido Patriota, como el encargado de abrir y controlar la cuenta en la cual la empresa brasileña depositaba los recursos.
Sinibaldi tiene orden de captura desde el 11 de junio del 2016, por supuesta participación en la compra, con dinero del Estado, de regalos onerosos para el exbinomio presidencial formado por Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti.
Este es uno de los pocos documentos que han salido a luz; sin embargo, el próximo 1 de junio la fiscalía brasileña prometió abrir todos los expedientes relacionados con el caso Odebrecht, en los cuales se incluyen declaraciones de algunos ejecutivos de esa firma.
¿Estafas?
Amílcar Pop, presidente de la Comisión de Probidad y Transparencia del Congreso, aseguró que este tipo de evaluaciones debería ser una constante en todas las carreteras del país.
“Está bien que hagan la evaluación en el caso de Odebrecht, pero no es el único caso existente, es una práctica común de corrupción y estafa para el país”, aseguró el congresista.
Según Pop, desde hace varios meses solicitó a la Contraloría efectuar una investigación similar en el altiplano marquense, ya que personalmente hizo una medición de la cinta asfáltica y constató que en unos pocos tramos esta tenía 14 centímetros, pero la mayoría no pasaba de siete.
“No es posible que la mayoría de carreteras nuevas tengan baches en menos de un año. Ello exige una atención técnica como la que se está dando a Odebrecht”, manifestó.
La diputada Nineth Montenegro, de Encuentro por Guatemala, considera que las acciones de la Contraloría para verificar la calidad de la obra ejecutada por Odebrecht están bien, pero “un tanto tardías”, ya que “ellos debieron haberse dado cuenta de que se había entregado más del 70 por ciento de recursos financieros cuando la obra no pasaba de 30 por ciento en su construcción”.
¿Qué analizarán?
El asfalto
Se harán ocho extracciones cilíndricas de asfalto, con lo que se analizará la calidad del producto utilizado, así como la resistencia y capacidad de tracción.
Base granular
Previo al pavimento se aplica una base denominada granular. Esta placa puede ser de material selecto y procesado o bien puede ser utilizada una mezcla asfáltica.
Ayuda a alinear la obra.
La resistencia
Verificarán un material que se utiliza en las carreteras. Su función es lubricar el suelo para lograr mayor densidad. Ayuda en la resistencia de la obra, aunque no todos lo utilizan.
Relleno granular
Se analizarán los materiales que se utilizaron en la base granular, con el propósito de establecer si se cumplió con los términos de referencia acordados en el contrato y su modificación.