“El problema es que los bancos no guardan las cintas de video y tampoco permiten ingresar a la información de las cuentas, y ponen muchas trabas administrativas que impiden actuar”, explicó.
El superintendente de Bancos, Ramón Tobar, reconoció que el 2 y el 3 de marzo últimos se desfalcaron Q1.6 millones, y se vieron afectados al menos mil 600 usuarios de tarjetas de crédito y débito.
Tobar agregó que algo que podría ayudar a reducir “considerablemente” ese tipo de estafas sería la utilización de tarjetas con chip, “aunque no garantiza nada”.
En busca de una solución, Fernández presentó una iniciativa para crear el delito de estafa por clonación, pero según Arias es insuficiente.