“Esto es una oportunidad para Guatemala y el resto de la región porque debido a esta crisis con China estamos incentivando a las compañías a que regresen a EE. UU. y que busquen mirar hacia el sur”, aseguró el funcionario estadounidense en una conversación con Prensa Libre.
Añadió que si las cadenas de abastecimiento que llevan insumos o materias primas a EE. UU., que por décadas han fluido hacia el oriente, se vuelven al sur contribuirán a la seguridad nacional de ese país puesto que generarán desarrollo económico y reducirán la migración “y uno de los primeros beneficiarios será Guatemala”.
“Guatemala tiene un sistema financiero muy bueno lo cual le da cierto respaldo a la creación de más empresas en diferentes sectores, sean textiles, de energía, cuestiones electrónicas que serían muy importantes”, expuso Claver-Carone al citar algunas de las ventajas que tendría el país para atraer inversiones.
Actualmente, subrayó, trabajan en una “reevaluación entera” de estas cadenas de abastecimiento incentivando a aquellas empresas que pueden regresar al continente americano a que lo hagan. En ese sentido garantizó que algunas tendrían ventajas comparativas si finalmente se establecen al sur de EE. UU.
Muchas piensan migrar
Una encuesta que respondieron empresas estadounidenses establecidas en China en septiembre del año pasado y que fue publicada por Europa Press, reveló que el 13 por ciento de estas compañías habían abandonado el país asiático o pensaban hacerlo.
El estudio también dio a conocer que de estas empresas el 3% retornarían a EE. UU. y el restante 10% se instalarían en otro país. Además, que el 17% de las firmas de capital estadounidense establecidas en China tenían intenciones de reducir sus inversiones en el gigante asiático.
Mejores condiciones
El sector privado guatemalteco ve con buenos ojos la posibilidad de que vengan al país compañías estadounidenses o de cualquier otro capital, que aún están instaladas en China; sin embargo, reconocen que deben existir cambios importantes en Guatemala para atraer esas inversiones.
Según Juan Pablo Carrasco, presidente de la Cámara de Comercio Guatemalteco-Americana (Amcham), Guatemala tiene ventaja sobre el resto de países de la región por estar en una posición estratégica con EE. UU., por la cercanía y por contar con salidas al mar tanto en el Atlántico como en el Pacífico lo que facilitaría el traslado de productos a cualquier parte de ese país.
A eso se suma, según Carrasco, el que México atraviesa por una situación política complicada.
No obstante, afirma que es imprescindible garantizar la certeza jurídica de las inversiones, mejorar la infraestructura del país y otorgar incentivos fiscales para que las empresas confíen en instalarse en Guatemala, especialmente aquellas que requieren de mano de obra intensa.
Al hablar de qué tipo de compañías podría recibir Guatemala, Carrasco citó, por ejemplo, empresas de ensamblaje de partes de vehículos, farmacéuticas, centros de llamadas (call center), agroquímicos y generación de energía, entre otras.
“La crisis ha puesto de manifiesto la importancia que tiene el empleo formal que antes estaba perdida en debates ideológicos y no tenía a los organismos del estado alineados para desarrollar la prosperidad del país”, subrayó Carrasco.
La oportunidad es ahora
Sin embargo, pareciera que los cambios que se requieren no se pueden implementar de la noche a la mañana, contrario a la fuga de empresas estadounidenses de China que por lo visto está a la vuelta de la esquina.
Juan Carlos Paiz, presidente de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), afirmó que “ya se ve la ausencia de productos en EE. UU.” por los problemas que ha generado la guerra comercial con China, lo cual causará que poco a poco las cadenas de abastecimiento comiencen a migrar hacia México, Centroamérica e incluso el norte de Sudamérica.
Coincidió en que el país necesita infraestructura adecuada, buen capital humano y tecnología para ser competitivo, pero “en ninguno de los tres estamos muy bien”.
Lamentó, por ejemplo, que la ley de infraestructura vial sigue estancada en el Congreso, la cual será imprescindible para desarrollar el país, así como los retrasos que hay para licitar las bandas 4G y 5G.
“Guatemala ha bajado su ritmo de inversión porque no tiene oferta para que esta venga al país, los puertos no se han modernizado, y el país sigue batallando con problemas internos de gobernanza”, enfatizó Paiz, para quien el aumento de ingresos económicos de la población solo se puede alcanzar con más fuentes de empleo.
Educación y capacitación
En cuanto al desarrollo de capital humano Paiz indicó que se debe trabajar en todos los niveles, desde la alfabetización y ampliación de la cobertura de primaria y educación media, hasta el que todas las carreras universitarias sean bilingües.
Al respecto de si este rezago en la educación no es un obstáculo para que las nuevas inversiones vengan a Guatemala, Carrascosa afirmó que muchas empresas estarían dispuestas a capacitar a su personal.
“La industria de call center, por ejemplo. En Guatemala, por las condiciones demográficas, establecieron academias de inglés para capacitar a jóvenes”, aseguró Carrascosa.
América Crece
A la par de las empresas estadounidenses que podrían migrar de China a Centroamérica, Claver-Carone recordó que Guatemala también dispone de US$1 mil millones del plan América Crece para que empresarios puedan invertir en el país, a través del Corporación Financiera para el Desarrollo (DFC, en inglés).
Paiz dice que esa es otra iniciativa que debe ser aprovechada por los guatemaltecos y que, de hecho, Guatemala ya ha presentado proyectos.