Los tarjetones, como se les llama en el Legislativo, han sido criticados por instituciones de transparencia debido a que los trabajadores no deben presentarse a su centro laboral para marcar, sino que simplemente el diputado que los tiene a su cargo firma la tarjeta como constancia de que sí cumplieron con su obligación.
En años anteriores, este método fue utilizado para la creación de plazas fantasma. Además, algunos de los trabajadores que utilizaban el tarjetón desempeñaban labores que no correspondían al puesto para el que fueron contratados en el Congreso, como la guardianía de las casas de los diputados o se desempeñaban como choferes o jardineros de la familia.
Según un listado proporcionado a Prensa Libre a través de la Unidad de Acceso a la Información, los diputados que utilizan más esta modalidad son Carlos López, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y Arístides Crespo, del Movimiento Reformador, quienes enfrentan un proceso legal señalados del uso y creación de plazas fantasma cuando estuvieron en la Directiva en el 2015.
A principios del año, el presidente del Congreso, Mario Taracena, criticó el uso de este método de marcación; sin embargo, durante su administración se autorizó esta modalidad a 76 trabajadores, a cargo de 52 diputados, incluyéndolo a él, pues dos personas a su cargo están beneficiadas con este método, incluyendo a Emilia Larrazábal Melgar, prima del diputado oficialista, Herber Melgar Padilla.
Prensa Libre intentó obtener los comentarios de Taracena, pero se informó que está fuera del país. Se efectuaron varias llamadas a su celular, pero no respondió.
Familiares
Larrazábal Melgar no es la única con parentesco con algún congresista que utiliza este método. Según el listado, uno de los trabajadores que no está obligado a marcar es Gustavo Adolfo Aguilar Hengstenberg, quien figuró entre las listas de familiares entre sindicalistas a principios de año. Él está asignado al diputado Juan José Porras, de Visión con Valores.
De igual forma se encuentra Catarina Tambriz y Tambriz, hermana del diputado Francisco Tambriz, jefe de Alianza Ciudadana, así como Marvin Rolando Cú Isem, hermano de la diputada Leonora Cú.
Críticas
Marvin Flores, de Acción Ciudadana, criticó el uso de tarjetones y recordó que en sus investigaciones han identificado a personal que no llega a laborar al Congreso y recibe un salario, mientras que otros prestan sus servicios a otras instituciones del Estado, es decir que tienen doble contrato.
“El problema con los tarjetones es que no existe ningún control, lamentablemente se presta a que cualquiera pueda afirmar que alguien llegó a trabajar, aunque no haya sido de esa manera”, manifestó Flores.
En cuanto a los familiares que aparecen en el listado, Flores lamentó que persista la contratación de personal emparentado, y aseguró que tienen temor de que esta práctica se incremente con la Junta Directiva que asumirá en el 2017, debido “a las negociaciones oscuras que se dieron para integrarla”.
Luis Contreras, segundo secretario y encargado del análisis de los tarjetones, explicó que se autorizaron por solicitud de los diputados, como indica la Ley.
“Algunos diputados necesitan que su personal salga periódicamente a efectuar comisiones fuera de la capital”, justificó.
Según los directivos, no se han autorizado más de dos trabajadores por diputado; sin embargo, en el listado que obtuvo Prensa Libre se evidencia que hay hasta tres.
En ley
Felipe Alejos, segundo vicepresidente, aseguró que en las reformas a la Ley de Servicio Civil se permite el uso de los tarjetones cuando el puesto lo amerita, pero el mecanismo lo autorizará la Junta Directiva bajo la responsabilidad del diputado que lo solicite. Además indicó que él prefiere no utilizar dicha práctica.
Solución
Para Marvin Flores, de Acción Ciudadana, en lugar de tarjetones deberían existir los informes por resultados para las personas que trabajan en el Congreso. Esa situación permitiría incluso a la Contraloría General de Cuentas efectuar un mejor trabajo de fiscalización de dichas plazas.