Ayer, un periodista le hizo ver al gobernante que no es suficiente un par de preguntas, sino más tiempo para obtener su opinión en relación a la coyuntura, pero Morales respondió que en otros países —sin precisar cuáles— son dos o tres reporteros los que hacen las preguntas.
“O sea, el tiempo del presidente para poder atender una agenda tan complicada del país es algo que debemos también priorizar”, justificó el jefe del Organismo Ejecutivo.
Agregó que nunca se ha evitado entregar la información y que, incluso, se han dado datos relacionados con los visitantes de la Casa Presidencial, de lo que él come y si en algún momento necesitó de alguna pastilla o un masaje.
“Obligatoriedad de pensamiento o expresión del pensamiento no hay. Hay cosas en las que yo creeré que es mejor un silencio, o habrá momentos en los que definitivamente tendremos que decir: ‘Mire, eso no lo puedo responder’. O habrá espacios en los que podemos tener mucho más expansión en nuestras respuestas”, expuso Morales.
Es obligación
Ileana Alamilla, vicepresidenta de la Asociación de Periodistas de Guatemala, resaltó que el presidente es una fuente principal de información, y no corresponde que el mandatario responda así cuando en realidad debe atender a los periodistas con los asuntos pendientes de tratar.
“El presidente lo que tiene es una gran deficiencia en la estrategia de comunicación de su equipo, y no se puede negar que el tiempo de un mandatario, en un país como el nuestro, es importante, pero la forma en que aborda a la prensa no es la más afortunada”, criticó Alamilla.
“En términos de acceso a la información todos estamos obligados a rendir cuentas y a proporcionar información con ser servidor público”, indicó Violeta Mazariegos, secretaria ejecutiva de la Comisión de Acceso a la Información Pública de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
Además recordó que la libertad de expresión, como derecho, requiere de acceso a la información, y no se podría ejercer dicho derecho si no hay información de las autoridades.
“Lo único que he pedido, y aprovecho para dar una jimmylosofía, la verdad es la verdad. Sócrates dijo: 'Sé que no sé nada', y hemos discutido muchos años sobre ese pensamiento”.
En cuanto a lo expresado por el presidente, Mazariegos puso en duda que existan regulaciones formales en otros países acerca del número de periodistas que pueden hacer preguntas.
“En todo caso, todas las reuniones que se tengan a diferentes niveles de las entidades públicas son actividades públicas; a cualquier reunión podrían tener acceso los medios”, resaltó.
“Si hubiera más acceso a los actos públicos habría menos preguntas de los medios porque estarían bien informados”, agregó la funcionaria.
¿Filosofando?
Para explicar el respeto que le tiene a la libertad de prensa, el mandatario inventó un término y citó a un filósofo griego en el mismo razonamiento.
“Lo único que he pedido, y aprovecho para dar una jimmylosofía, la verdad es la verdad. Sócrates dijo: ‘Sé que no sé nada’, y hemos discutido muchos años sobre ese pensamiento”, aseguró Morales.
El presidente también se refirió a la reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en la que destacó que sin prensa no hay democracia y sin respeto no hay diálogo.
“La verdad es la verdad” es una frase que llamó la atención de Alamilla. “Ese fue también un problema, el discurso muy ambiguo, que fue saltando de un lugar a otro. Nadie es dueño de la verdad, pero él, como presidente, debe ser claro, para no dar lugar a varias interpretaciones”, afirmó.
Igual importancia
Para Manfredo Marroquín, presidente de Acción Ciudadana, una de las labores más importantes de un mandatario es tener comunicación con la prensa, porque a través de los periodistas es que llega la información a la población. “Es una de las obligaciones más importantes atender a la prensa, no puede decir que no porque tiene otra agenda cuando es igual de importante”, aseguró.