Las proyecciones se basan en la falta de planificación que existe en los Gobiernos locales y los análisis del propio ministerio que indican que indican el país tendrá una diminución de lluvia y la temperatura promedio subirá entre uno y tres grados centígrados en los próximos 50 años.
El experto explica que los problemas climáticos provocarán grandes problemas “particularmente en el oriente del país”, pues la falta de atención a las zonas desérticas pobres “condena a la pobreza a más personas”.
Pedro Maldonado, del Centro de Acción Legal y Ambiental (CALAS), coincidió con la opinión de Monterroso y agregó que el Gobierno debe atender el programa de forma integral con la creación de políticas públicas.
Maldonado afirmó que la creación de las políticas no debe ser propia del Organismo Ejecutivo sino que “debe de ser integral y la mejor manera de hacerlo es que participe el Legislativo generando las leyes necesarias de conservación”.
Sin embargo; los registros de la Dirección Legislativa del Congreso muestran que nunca se ha presentado una iniciativa para gestionar las tierras áridas del oriente del país o un proyecto parecido.
Luis Fernández Chenal, integrante de las comisiones de Ambiente y Recursos Naturales y de Recursos Hídricos, confirmó que en ninguna de esas salas de trabajo hay algún proyecto que atienda la problemática.
El legislador explicó que existe una iniciativa de ley que ya tiene dictamen favorable por parte de la Comisión de Finanzas que busca legislar la explotación del material forestal de los bosques de coníferas de las montañas del oriente.
Fernández Chenal explicó que este es un esfuerzo para proteger y conservar el área; pero, los expertos indican que esa iniciativa no es suficiente porque se necesita una legislación que indique como gestionar ese tipo de áreas.