A los ocho días de protestas y bloqueos, más grupos se han sumado y los actos de violencia han aumentado entre los que están de acuerdo con los cierres y los que no.
Además, que se obliga a los negocios a cerrar sus puertas y hasta los bomberos departamentales recibieron un llamado de no ingresar a la capital.
El proceso de mediación consiste en sentarse con las partes que integran el conflicto en cuestión y buscar los puntos en común en los que los actores puedan ceder para llegar a acuerdos.
La misión está integrada por el exministro de Defensa de Uruguay Luis Rosadilla, la secretaria de Acceso a Derechos y Equidad de la OEA, Maricarmen Plata; y el representante de la OEA en Guatemala, Diego Paz.
Hasta el momento no se conocen muchos detalles sobre la metodología y ruta a seguir de la misión, el martes 10 de octubre el secretario de la Organización, Luis Almagro, compartirá con el Consejo Permanente los detalles.
En otros países
El presidente de ese momento de Haití, Michel Martelly, invitó a la OEA a una misión de mediación debido a que se encontraban en un contexto en el que el mandato del senado y los diputados había finalizado y no se llamó a elecciones cuando correspondía.
Martelly solicitó a Almagro una misión de mediación, la cual contribuyó con diferentes acercamientos y acuerdos logrando las condiciones para las elecciones del 2015, año en el que finalizaba el mandato del presidente.
Posteriormente, el país del Caribe siguió enfrentado crisis política y democrática desde el magnicidio de Jovenel Moïse en el 2021.
También en el 2002, la OEA medió en Venezuela ante la permanencia de Hugo Chávez en la presidencia cuando los grupos de oposición solicitaban unas elecciones anticipadas. En ese contexto, los ciudadanos manifestaron e incluso hubo paralización petrolera en el país.
El secretario de ese momento era César Gaviria quien estuvo como parte de la misión en Venezuela, la cual fue calificada de “imposible” por tal como lo recuerdan medios internacionales.
Los acercamientos no dieron mayores frutos, se abordaron como principales puntos de interés el derramamiento de sangre en las calles y la colaboración de los medios de comunicación para evitar conflictos.
Por otro lado, también la OEA ha llevado a cabo el ejercicio de la misión de buenos oficios, la cual es similar según la explicación del internacionalista Roberto Wagner.
“Se ayuda a ir comunicando entre las partes, las partes cada vez quieren hablarse menos”, explicó Wagner.
Es decir, en la misión de buenos oficios la OEA juega un papel de intermediario y la de mediación tratan de buscar condiciones, es decir, puntos en común donde los interesados cedan de manera que el conflicto se resuelva.
Ese tipo de misión de buenos oficios se ha llevado a cabo anteriormente en el país, también en Honduras, Colombia y Venezuela.
Retos
Los mediadores se enfrentan a una situación donde al ser invitados por el gobierno de Guatemala no pueden hacer cierto tipo de peticiones a las autoridades y los manifestantes parecieran tener determinación en sus exigencias al MP.
“Estamos en un punto donde las partes están atrincheradas, el trabajo que los mediadores tienen que hacer es sumamente difícil”, señaló el internacionalista.
Otro punto al que se refirió el internacionalista es con quienes se reunirá la misión, ya que las protestas no son solo de un grupo, sino con los días han crecido y pequeñas agrupaciones se han ido sumando, lo cual suma un punto más de complejidad a la mediación.
Wagner detalló que si la misión se instala de manera permanente se puede convertir en una de buenos oficios, pero también apuntó que no todas finalizan de manera positiva.
Si los mediadores consideran que, luego de los intentos de crear condiciones, se está en un punto muerto así lo informan y se da por concluida la misión.