El contralor general de Cuentas, Carlos Mencos, indicó que la subasta inversa, como está configurada, es un fracaso porque el Instituto Nacional de Estadística (INE) no tiene la capacidad para suministrar precios de referencia. La normativa establece que esta institución proporcione a todas las dependencias del Estado los precios de los productos.
“Si la subasta inversa la hubieran dejado con ciertos parámetros estrictos de transparencia, como hacer públicas previamente las bases sobre las cuales se va a subastar y que todo el mundo pueda examinar el concurso, para evitar perversidades en la compra de un bien o un servicio, sería perfecta”, explicó Mencos.
La diputada Nineth Montenegro, de Encuentro por Guatemala, manifestó que la modalidad es un problema para proveedores que, por clientelismo, siempre han sido beneficiados y en entidades como el IGSS se han enquistado durante años.
“Son esas grandes empresas que obviamente no van a querer entrar a la subasta inversa, que busca el menor precio con calidad. Ellos siempre quieren sobrevalorar desde aspirinas hasta antibióticos, porque ganan millones de millones”, refirió la legisladora.
Mencos señaló que le enviaron los pasos para la subasta inversa, que son más largos que un proceso de cotización.
“Hemos hablado con el ministro de Finanzas —Julio Héctor Estrada— para presentar una propuesta que mejore ese proceso o crear un capítulo especial en el tema de salud pública, para evitar el desabastecimiento”, afirmó el contralor.
Montenegro considera que la subasta inversa no se utiliza por falta de voluntad, pese a que es una gran herramienta para ahorrar recursos, tener productos eficientes y poder comprar más en calidad y cantidad.
“Para quienes no es amigable la modalidad de compra es para las grandes empresas que siempre han buscado su máxima ganancia, y en algunos casos la muerte de los guatemaltecos”, lamentó Montenegro.
El viceministro Administrativo de Salud, Édgar González, informó que en esa cartera se trabaja en un número de 35 medicamentos para hacer la primera subasta, pero se debe precalificar a las empresas que puedan participar.
“El proceso podría tardar entre tres y cuatro meses para que se levante el primer evento. Este mecanismo no nos resuelve la compra, porque la mayoría de medicamentos están restringidos o están en contratos abiertos, los cuales ya fueron prorrogados y ahora ese es nuestro mecanismo de adquisición”, enfatizó.
Procesos
“Las instituciones trabajan en procedimientos”
El ministro de Finanzas, Julio Héctor Estrada, indicó que los retrasos en la aplicación de la subasta inversa se deben a la preparación de las bases y los procedimientos en los precios de referencia. Hay instituciones como la Superintendencia de Administración Tributaria y el Ministerio de Comunicaciones que están preparando proyectos de compra, pero como es una base muy estandarizada, lleva tiempo prepararlos.
“La ventaja de la subasta inversa es que después se repite, pero el primer proceso es un esfuerzo administrativo y las instituciones están muy debilitadas. En general, sacar procesos nuevos ha llevado tiempo”, dijo Estrada.
Modalidad
La subasta inversa ahorraría dinero al Estado.
- • Es una forma de adquisición en la cual los postores habilitados pujan en forma pública, electrónica y en tiempo real, con base a un ·precio de· referencia que servirá como techo de partida. Se incorporó en las reformas a la Ley de Contrataciones.
- • El Ministerio de Finanzas fue el primero y único en usarla, una vez.