No obstante, en 2021 el gobierno duplicó el presupuesto destinado a este programa y ello le permitió triplicó la cantidad de comedores vigentes este año. Aún así, en 2021 durante el período de hambre estacional, de abril a agosto, alrededor de dos de cada diez guatemaltecos tuvieron dificultades para llevar un plato de comida a la mesa. Actualmente, se encuentra en esa condición el 14 por ciento de la población, según el sistema de Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria (CIF).
El objetivo gubernamental de los comedores es brindar a las personas en situación de pobreza un plato de comida durante los tres tiempos. Sin embargo, los comedores están abiertos a todo público de manera gratuita y solo se debe presentar el documento de identificación personal y registrar huella dactilar.
Jorge Pernillo, docente universitario y consultor en seguridad alimentaria, explica que estos comedores se ubican en sectores periurbanos, pero hay que considerar que la mayo cantidad de población vulnerable se encuentra en zonas rurales.
“En realidad, la inseguridad alimentaria alcanzó a los sectores urbanos, pero seguimos cosechando la vulnerabilidad en zonas rurales y en sectores como la niñez que difícilmente son atendidos por este programa”, dice Pernillo.
Para prevenir la desnutrición hay otras estrategias más efectivas, como las transferencias monetarias condicionadas, por ejemplo.
“Hay evidencia que las transferencias monetarias condicionadas, en especial las de salud y educación, son más eficaces porque motiva a la población a llevar a niños a monitoreos de crecimiento”, dijo Pernillo.
Y ese aporta ayuda. lo importante sería que estas transferencias se concentraran en área rural donde se concentra hambre y desnutrición.