Según datos del Banco Mundial, Guatemala tiene los niveles más bajos del mundo en recaudación y en gasto social, en relación con el Producto Interno Bruto, PIB. Además de tener un presupuesto nacional pequeño, la inversión para proteger a la población más vulnerable es insuficiente.
“Cabe recordar que tras la firma de los Acuerdos de Paz, el país se comprometió a aumentar la carga tributaria por lo menos al 12% del PIB y casi veinte años después es sólo del 10.3%”, refiere.
El documento agrega que el Sistema de las Naciones Unidas en Guatemala ve con preocupación que el anteproyecto de Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la Nación para el 2016, implica una disminución del gasto social respecto del Presupuesto 2015.
“En este proyecto se muestra un notorio descenso presupuestario en áreas claves, como la educación, la salud, el combate a la desnutrición, la prevención de la violencia y atención integral a las víctimas, particularmente mujeres y niños, y la atención a migrantes”, menciona.
También enfatiza que el presupuesto en salud tendría una importante reducción, lo que implicaría perpetuar la precariedad del servicio. “La baja cobertura de vacunación y la falta de insumos ponen en peligro la salud y la vida de la población”, señala.
Desnutrición
El pronunciamiento indica que la canícula prolongada está afectando a 160 mil familias que no tienen lo necesario para subsistir, recargando las tareas de las mujeres, y cuyos hijos e hijas pueden padecer cuadros severos de desnutrición.
“El combate a la desnutrición crónica también tendría una significativa disminución presupuestaria, pues el país tiene la tasa más alta de desnutrición crónica en América Latina y una de la más alta a nivel mundial”, manifiesta.
Asimismo, revela que el presupuesto para educación se mantiene por debajo del 3% del PIB, lo cual es insuficiente para responder a las demandas de la población y superar los déficits, tanto en cobertura como en calidad educativa.
“Esta situación, además de violar un derecho fundamental de la niñez y la juventud, impide la movilidad socioeconómica de la población y compromete el desarrollo futuro de la nación”, enfatiza.
Agrega que la reducción del presupuesto para el área social, que ya muestra deficiencias importantes, pone en peligro la subsistencia de las familias más pobres y excluidas, constituyéndose en una violación a sus derechos fundamentales y una amenaza latente para la gobernabilidad del país.
“Ante este panorama, el Sistema de las Naciones Unidas en Guatemala hacen un llamado a las autoridades de Gobierno, partidos políticos, Congreso y sociedad civil, para encontrar soluciones viables que permitan mantener los servicios básicos a los que la población tiene derecho, con una perspectiva de mediano y largo plazo”, concluye el comunicado.