¿Cuán fuerte fue el sismo del lunes 7 de julio en comparación con el que se produjo el 7 de noviembre del 2012?
Torres: El sismo del 7 de julio del 2014 tuvo una magnitud de 6.9, una distancia epicentral de aproximadamente 200 kilómetros y una profundidad de 60 kilómetros. El sismo del 7 de noviembre del 2012 tuvo una magnitud de 6.7, una distancia epicentral hacia Guatemala de 173 kilómetros y una profundidad de 24 kilómetros.
Las magnitudes son muy similares, pero en cuanto a intensidad sí tenemos diferentes valores: el del 7 de noviembre del 2012 tuvo una aceleración de aproximadamente 4 gals —sistema que mide la aceleración sísmica—, en cambio el del 7 de julio fue de 10 gals, lo que quiere decir que fue una intensidad mucho mayor.
¿Entonces por qué causó menos daños el del 7 de julio y por qué no fue catalogado como terremoto, a diferencia del de noviembre?
Torres: El catalogarlo como sismo fuerte o terremoto es un aspecto relativo, pero si vemos indicadores concretos, como el de la aceleración, vemos que el último fue más intenso que el del 7 de noviembre.
La magnitud es un dato que interesa a la parte de sismología, pero en ingeniería interesa más la parte de intensidades.
Cada sismo tiene características diferentes: el de noviembre fue más superficial, que se produce en la zona de subducción del océano Pacífico, a 30 km del litoral, y tiene una profundidad corta. El del lunes fue dentro de la placa continental, fue más profundo, pues tuvo 60 km.
Monzón: La palabra terremoto es un término más social. Por ejemplo, el sismo de 1976 es recordado como el terremoto, pero el sismo más grande del siglo XX en magnitud y en tamaño fue el 6 de agosto de 1942. Los abuelos le llamaban “el gran temblor”.
¿En qué consiste que un sismo sea más destructivo que otro?
Monzón: Depende de cómo esté localizado respecto de las poblaciones dañadas. Los sismos del 2012 y el del lunes se desarrollaron cerca de San Marcos, en zonas diferentes de las placas de subducción. Uno fue afuera y el otro debajo, y sus efectos son diferentes.
¿Por qué las estructuras colapsan?
Torres: Un sismo trae consigo ciertas demandas que deben ser satisfechas y el inmueble debe proveer cierta oferta o capacidad. Si la demanda es mayor que la oferta habrá un colapso o un daño generalizado. Cuando hablo de capacidad u oferta no me refiero solo a los materiales con los que están hechas las estructuras, sino a unos principios que se conocen como sismorresistentes que deben cumplirse.
¿Qué características debe tener este tipo de construcciones?
Torres: Tenemos una variedad de principios, por ejemplo la separación que debe existir entre unas casas y otras, se debe evitar un piso débil, torsiones exageradas en los inmuebles, cambios bruscos de rigidez y resistencia en los muros internos y columnas muy cortas a la par de columnas de mayor longitud. Son entre 10 y 12 requisitos mínimos.
¿Las normas propuestas por la Asociación Guatemalteca de Ingeniería Estructural son de carácter obligatorio?
Monzón: En el 2010 se logró que la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres los hiciera obligatorios para los inmuebles de uso público, que no es lo mismo que los edificios públicos. La Municipalidad de Guatemala pide que se utilicen las normas propuestas, para autorizar una licencia de construcción.
¿Por qué San Marcos es tan vulnerable?
Torres: Podemos barajar un par de hipótesis: podría haber una zona geológica que esté redireccionando las ondas y las refleje hacia San Marcos. La otra explicación plausible es que en la zona de San Marcos se ha dado un efecto de sitio por la zona topográfica.
Este departamento está recostado en la ladera del sistema montañoso del área, y cuando un tren de ondas sísmicas golpea una ladera, la mayor parte de estas son reflejadas en la misma montaña.
Cifra
10 gals fue la aceleración de intensidad que alcanzó el sismo del pasado lunes.