El aparato, el primero de su tipo que llegó a Centroamérica, fue vendido a la casa Scheibe Frugzeabu, de Alemania, a un precio de Q5 mil según. Se trataba de un planeador cuyo diseño causó novedad y el cual en varias oportunidades, desde días anteriores, se había elevado, dejando ver sus líneas esbeltas flotar en el aire.
El vuelo fatal se inició como los anteriores que tuvieron un desenlace feliz, al tirar un automóvil del aparato, por medio de un cable plástico y soltar éste cuando ya subía a más de trescientos pies.
El vuelo fue como los anteriores, de una duración aproximada de 10 minutos; pero cuando el ingeniero Paetau intentaba realizar un buen aterrizaje en la pista de sur a norte, el planeador perdió súbitamente altura y cayó violentamiente a unos cuarenta metros del hospitalito de la Fuerza Aérea.
El aparato chocó en el aire con un cable de teléfonos y luego se estrelló contra un poste de concreto, por lo cual quedó totalmente destruido y su tripulante con golpes graves.
Paetau fue trasladado de inmediato al hospitalito de la Fuerza Aérea donde se le prestó atención médica, sin embargo la gravedad de sus heridas le provocó la muerte.
El fallecido pertenecía al Aeroclub y tenía experiencia en vuelo de planeadores por lo que extrañaba que se haya accidentado de esa manera. Sin embargo la causa del percance fue la turbulencia que a mediodía se origina en el lado sur de la pista.
El aparato, de 500 kilos de peso tenía capacidad para elevarse hasta 50 mil pies en las corrientes densas de aire, medía 8 metros y 19 de punta a punta de ala. Estaba equipado con toda clase de aparatos modernos de vuelo, incluso sistema de oxígeno para permitir vuelos de altitud y sistema de frenos.
Para poder levantar vuelo, el planeador era arrastrado unos 300 metros por un vehículo asido por una cuerda de plástico, ya en el aire el propio piloto soltaba la cuerda y allí podía permanecer, por largo tiempo.
El primer vuelo con planeador en Guatemala se remonta a 1930 cuando Quique Topke trajo un aparato el cual volaba en la vieja pista de la Aurora.
El ingeniero Paetau además de su afición a la aviación, construyó varias obras de envergadura tales como los edificios de las facultades de ingeniería y agronomía en la Universidad de San Carlos, el Santuario del Corazón de Jesús entre otros.