En ese entonces el hospital de dicho centro penitenciario contaba con diez camas, algunas sin colchón y con carencias de medios adecuados para la atención de los enfermos.
En algunos casos los enfermos eran atendidos por sus propios compañeros, ante la prohibición de la presencia de familiares en el recinto. Además solo había un enfermero para atender a los pacientes.
El peligro en traslado de reos
“Daríamos acceso libre para que sus familiares puedan estar con ellos, y tengan una muerte digna”, expresó Giammattei.
El 9 de abril de 2015 se anunció la apertura de una clínica para atender a los reos del Centro de Detención Preventiva Pavoncito, para evitar que fueran trasladados a hospitales públicos.
Esta medida se tomó luego de que el 10 de marzo de ese mismo año se produjera un atentado armado en la consulta externa del Hospital General San Juan De Dios el cual iba dirigido a un reo y que cobró la vida de cuatro personas.
La clínica tuvo un costo de Q1 millón 250 mil inversión del Ministerio de Salud y del Sistema Penitenciario. Atenderían a reos en consulta externa, cirugía, urología y neurología.
El plan a corto plazo era habilitar un espacio de encamamiento y salas de operación, para evitar de manera definitiva el traslado de reos a nosocomios públicos.
En esa fecha existían 49 privados de libertad internados en hospitales y otros 44 se escaparon de centros de salud públicos.