
El 20 de octubre de 1944 significó para el país un cambio político y social de gran trascendencia histórica. Llegaban a su fin no solo los 108 días del régimen provisional de Federico Ponce Vaides, sino también toda una época de dictaduras, que tuvieron sus expresiones en los 22 años de Manuel Estrada Cabrera y los 14 de Jorge Ubico.
Fue, en palabras de analistas y teóricos de la Revolución “un despertar” de la conciencia” ciudadana, un abrir los ojos a la verdadera realidad.
Este movimiento, cuya mayoría de logros permanece hasta el día de hoy, marca un antes y un después en la historia del país.
Fue la insurrección popular que marcó el inicio de 10 años de revolución democrática en Guatemala.
Medidas políticas
Durante este período gobernaron una Junta Revolucionaria de Gobierno y dos presidentes electos democráticamente, quienes tomaron medidas políticas, económicas y sociales que transformaron el país y abrieron la creciente organización y movilización de las masas campesinas y obreras.
Aunque tuvo detractores, el movimiento octubrino ha sido considerado una auténtica revolución, por cuanto unió a las fuerzas obreras, intelectuales, políticas y hasta militares de la época.
Varios de los logros de la Revolución de 1944 se mantienen vigentes, entre éstos:
• Derecho de libre sindicación, huelga y paro
• Indemnización laboral por despido sin causa justificada, en el Código de Trabajo en 1947.
• Reconocimiento de la propiedad privada
• El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social
• Voto a las mujeres
• Derecho de voto a los analfabetos
• Reformas al tema de la moneda
• Reformas a la educación
• Autonomía Universidad de San Carlos de Guatemala
• Autonomía universitaria.
• Creación de la Ciudad Olímpica
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