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1961: cosmonauta soviético es el primer hombre en el espacio

El 12 de abril de 1961, el piloto soviético Yuri Gagarin, de humilde origen, tuvo el privilegio de cumplir el sueño de toda la humanidad: volar por primera vez al espacio.

Gagarin tenía 25 años cuando fue seleccionado para el programa espacial. (Foto: Hemeroteca PL)

Gagarin tenía 25 años cuando fue seleccionado para el programa espacial. (Foto: Hemeroteca PL)

Fueron apenas 108 minutos los que duró la misión, suficientes para que Gagarin se maravillara de la vista a una altura que ningún ser humano había alcanzado antes —315 km—, al orbitar la Tierra a una velocidad de 27 mil kilómetros por hora a bordo de la nave Vostok-1, tras lo cual pasaría a ser uno de los hombres más famosos del planeta.


“¡Payéjali!” —¡Allá vamos!, en ruso— fue lo último que dijo Gagarin antes de convertirse en el primer astronauta de la historia.

“Al rodear la Tierra en mi nave orbital, me maravillo de la belleza de nuestro planeta. Pueblos del mundo, salvaguarden y aumenten esta belleza. No la destruyan”, manifestó Yuri Alexeyvich Gagarin en aquellos históricos momentos, en los que no tuvo ningún control sobre el artefacto, por lo que pudo disfrutar el espectáculo.

Nota de Prensa Libre del 13 de abril de 1961 informando sobre la hazaña soviética en el espacio. (Foto: Hemeroteca PL)

Un héroe se prepara

Después de varios lanzamientos con diversos tipos de animales, en 1960, y luego de un riguroso proceso de selección, el programa espacial soviético seleccionó a Gagarin de entre otros 20 cosmonautas, para ser el primer hombre enviado al espacio exterior.

La selección, entrenamiento y lanzamiento se desarrolló en el secreto más absoluto. Sí, los padres de Gagarin se enteraron de la proeza de su hijo cuando vieron su foto en el periódico.

Gagarin, que había sido criado en una granja colectiva de Gzhatsk, en Smolensk, junto a sus tres hermanos, vio cumplidos sus sueños. Después de independizarse de sus progenitores, fue obrero metalúrgico hasta 1954, pero entonces empezó a aprender a pilotar un avión ligero, una afición que cada vez se hizo más intensa.

En 1955, tras finalizar sus estudios técnicos, entró en la Escuela Militar de Pilotos de Oremburgo, y se presentó como candidato para el primer vuelo espacial.

Yuri Alexeyevich Gagarin se convirtió en el primer hombre en el espacio. (Foto: Hemeroteca PL)
Aquel 12 de abril de 1961, la misión de Gagarin, con el nombre en clave “cedro”, concluyó con éxito. El cosmonauta, a su regreso a la Tierra, se convirtió en el personaje más célebre, y viajó alrededor del planeta que acababa de contemplar desde el espacio, para promocionar su hazaña.

“Aquello fue no solo un hito de la entonces Unión Soviética, sino de toda la humanidad”, manifestó Alexéi Leonov, aspirante a cosmonauta que formó parte del primer grupo de 20 astronautas seleccionados en 1960.

Como llovida del cielo, ese día cayó sobre el pueblo soviético una buena nueva que algunos comparan, por su trascendencia internacional, a la de la victoria sobre el nazismo. En la actualidad, Gagarin es el único mito soviético que los rusos aún mantienen vigente. No en vano, la estatua más popular de su héroe se eleva en Moscú sobre una columna estriada de titanio de 33 metros de alto.

Supremacía soviética

Aunque Vostok-1 no sobrevoló el mapa de EE. UU. —tras cruzar el Pacífico, bordó el Cono Sur por el estrecho de Magallanes y pasó sobre África y Turquía antes de reingresar en la Unión Soviética—, Moscú entendió que debido a esta hazaña podía mirar por encima del hombro a su enemigo capitalista.

El hombre de la calle en Rusia lo llamaba cariñosamente Gaga, y fue elogiado por el primer ministro soviético Nikita Khrushov y por los más altos funcionarios de la ex URSS.

Luego del histórico vuelo, el presidente de EE. UU. de aquel entonces, John F. Kennedy, manifestó que le tomaría algún tiempo a su país darle alcance a Rusia en la exploración del espacio y en poner un vehículo tripulado en órbita. Pero eso sucedió antes de que concluyera la década de 1960. El 20 de julio de 1969, EE. UU. llevó al primer hombre a la Luna —Neil Armstrong, durante la misión de Apolo II—, al continuar con la contienda en la carrera espacial con la Unión Soviética.

No obstante, Gagarin permanecerá en un pedestal inamovible, al haberse convertido en el “Colón de la era espacial”, cuya hazaña embargó su ser de un indescriptible sentimiento, que compartió con el mundo que ansiaba estar en su lugar.
“¿Qué sentí cuando me propusieron llevar a cabo este primer vuelo en la historia? ¿Alegría? No fue solo alegría. ¿Orgullo? No fue solo orgullo. Yo sentí una enorme felicidad, ser el primero en el espacio, en un duelo sin precedentes con la naturaleza, ¿se puede soñar algo mejor?”, expresó.

Infografía que ilustra la trayectoria espacial de Rusia.  (Foto: Hemeroteca PL)
Nacimiento del mito

Gagarin murió poco tiempo después, el 27 de marzo de 1968, en un accidente cerca de Moscú, cuando pilotaba un avión de caza, el MiG-15. Un mito nacía tras el deceso del primer ser humano en ver el Amazonas y el Estrecho de Magallanes desde el cosmos.

Fue condecorado con innumerables órdenes y medallas en su país y alrededor del mundo. La Organización de las Naciones Unidas decidió que cada 12 de abril se celebrara el Día Mundial de la Astronáutica. Pero la magna trascendencia de Gagarin llegó al espacio, donde efectuó su mayor aventura. En su honor, un cráter de la Luna y un planeta pequeño llevan su nombre.

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