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Escudo nacional: en busca de un símbolo

Las pugnas políticas y la búsqueda de una identidad nacional originaron diversas insignias en nombre de Guatemala.

Grabados que representaban el mestizaje de Guatemala en el siglo XVIII. (Foto: Hemeroteca PL)

Grabados que representaban el mestizaje de Guatemala en el siglo XVIII. (Foto: Hemeroteca PL)

El manejo abstracto del símbolo es una manifestación cultural tan antigua como el hombre mismo. Cada sociedad, a través de la historia, ha creado sus códigos, mismos que a veces solo un sector de esa sociedad podía descodificar.

De acuerdo con el licenciado Miguel Álvarez Arévalo, cronista de la ciudad capital, también se han manejado símbolos generalizados que incluso influyeron en otras culturas. Estos símbolos han tenido carácter religioso, político y familiar.

Figuras simbólicas y ornamentales similares a las de la heráldica se han utilizado como emblemas nacionales o tribales desde la antigüedad. Así, por ejemplo, los romanos hicieron uso del águila, y los franceses, del león y, después, la flor de lis y un castillo, y un león, en León y Castilla. 

En ningún país el uso de un escudo de armas ha sido privilegio reservado a la nobleza, pues la elección del escudo y su ornamentación era libre, siempre que no repitiera otro ya existente. Durante el siglo XVIII, como resultado de la Revolución Francesa, se reforman símbolos antiguos y se adaptan a la ideología de la época, con el afán de consolidar ideales nacionales marcados por el proceso revolucionario.

Por ejemplo, el gorro frigio (libertad), el triángulo equilátero (igualdad), el arco iris (fraternidad) representan los tres postulados revolucionarios.Esta simbología llega a América y es aprovechada en el momento que las nuevas naciones están urgidas de consolidar su identidad nacional a través del simbolismo nacionalista: Es así como los postulados de la Revolución Francesa se interpretaron en el escudo de las Provincias Unidas del Centro de América.

Guatemala, en particular, y Centroamérica, en general, aprovechan estas circunstancias, ya que se trataba de consolidar el nuevo estatus político mediante las alegorías, símbolos y figuras concretas.

El primer ícono de Independencia lo marca el artículo 17 del acta del 15 de septiembre: “Que el Excelentísimo Ayuntamiento disponga la acuñación de una medalla que perpetúe en los siglos la memoria del día 15 de septiembre de mil ochocientos veinte y uno, en que Guatemala proclamó su feliz independencia”.

Luego se coloca, en el frontispicio del palacio del Ayuntamiento de la Nueva Guatemala de la Asunción, una cartela de piedra de estilo neoclásico, en la cual hay una guirnalda de laurel que simboliza el triunfo. Tiene la siguiente inscripción: “Plaza independiente, 15 de septiembre, año 1821, primero de su libertad”.

Treinta años después

El primer escudo de la República, promulgado en 1851, hace referencia a la fecha de la Independencia; lo mismo sucede con el tercero, creado en 1871, cuya idea original perdura hasta la actualidad, aunque se hicieron algunas reformas en 1968, durante la presidencia de Julio César Méndez Montenegro. En el mismo surge la figura del quetzal como símbolo de libertad, evocando la leyenda indígena de tiempos de la Conquista.

“…Y como vio que no murió el Adelantado sino el caballo, tornó alzar vuelo para arriba, para desde allí venir a matar al Adelantado, y el dicho adelantado lo aguardó con su lanza… Y como vio que era muy galán este capitán indio y que traía quetzales y plumas muy lindas, por eso le quedó a este pueblo el nombre de Quetzaltenango” (Manuscritos de Covalchaj).

El quetzal se convierte, de una leyenda de la época de la Conquista, en símbolo nacional de la libertad, y logra su mayor exaltación al posar sobre el pergamino del acta de Independencia, conforme al diseño del grabador suizo Juan Bautista Frener, en 1871, en ocasión de las bodas de oro de la declaratoria de Independencia. 

Surge el actual escudo

Como producto de los ideales de la Revolución de 1871 y dentro del marco de la conmemoración de los 50 años de la Independencia, el grabador suizo Juan Bautista Frener construyó un altar patrio, con el quetzal, el pergamino, los rifles, las espadas y una guirnalda de café.

Gustó tanto al presidente de la República, Miguel García Granados, que, con solo algunas modificaciones, lo convirtió en el escudo nacional. Decreto No. 33, del 18 de noviembre de 1871, emitido por el general Miguel García Granados: “Las armas de la República serán un escudo con dos rifles y dos espadas de oro enlazadas con ramas de laurel en campo celeste claro. El centro estará cubierto con un pergamino, que contendrá la siguiente leyenda en letras de oro: Libertad 15 de Septiembre de 1821. Figurará en la parte superior un quetzal, como símbolo de la independencia y autonomía de la Nación”. Los rifles que sirvieron de modelo son marca Rémington, de la época. El quetzal simboliza la libertad. El pergamino lleva la fecha de la independencia patria: 15 de septiembre de 1821. Las ramas de laurel significan el triunfo, la gloria y el saber. Los fusiles o rifles representan la fuerza, y las espadas, el honor.

Modificado hace 40 años

En 1968, el presidente Julio César Méndez Montenegro establece algunos cambios al escudo: Acuerdo gubernativo del 12 de septiembre de 1968.

  • Artículo 5: El escudo de armas de la República, cuando se diseñe independientemente de la bandera, irá en campo celeste claro, conforme el decreto de su creación. Dicho color, que representa idealidad, equivale al ISCC-NBS 184 o VM 1.5 PB 8.3/3.3.
  • Artículo 6. Los rifles Rémington de la época (1871) se representan con bayoneta triangular calada, de perfil, con el guardamonte hacia abajo y entrecruzados en ángulo recto en el centro del escudo.
  • Artículo 7. Las espadas, símbolo de justicia y soberanía, desenvainadas y en oro, se entrecruzan en ángulo recto, simétrico al de los rifles.
  • Artículo 8. Las ramas de laurel, símbolo de victoria, que enlazan las armas, se representan al natural con frutos, entrecruzadas en la parte inferior y sin atadura alguna. Las hojas inferiores de las ramas enlazan con las empuñaduras de las espadas; las subsiguientes, con las culatas de los rifles, y las últimas, en el extremo superior, con las bayonetas.
  • Artículo 9. El pergamino va desenrollado en el centro del escudo, sobre el cruce de los rifles; tiene una vuelta y media hacia el frente de la parte superior y una vuelta y media hacia el reverso inferior, descansando ésta sobre las hojas de las espadas. Centrada en el pergamino figura la siguiente leyenda en letras de oro, mayúsculas, en cuatro líneas, así: en la primera, LIBERTAD; en la segunda, 15 DE; en la tercera, SETIEMBRE, y en la cuarta, DE 1821.
  • Artículo 10. En la parte superior del pergamino posa el quetzal, símbolo supremo de la libertad. Se representa diestrado, en sus colores propios. Las plumas caudales más largas pasan sobre las armas del lado correspondiente y sobrepasan ligeramente las hojas inferiores de laurel.

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