Presidente polémico
Era muy enamorado, conquistador y celoso hasta el cansancio. Y esos amores fueron un dolor de cabeza para su esposa. Eso si?, nunca se le vio? pu?blicamente con alguna amante, pero el pueblo se enteraba por los rumores que circulaban.
Una hermosa rubia de ojos azules, llamada Marta, a quien se llevo? a los 18 an?os, encabezo? la lista roma?ntica de don Jorge. Luego vino don?a Blanca, una mujer alta, de piel blanca y cabello muy negro. Muy bonita tambie?n. Despue?s fue Amanda.
No cualquiera teni?a el privilegio de las galanteri?as del Presidente. Aunque tambie?n algunas mujeres de la alta sociedad intentaron seducirlo, lo cual nunca acepto? por considerarlo obsceno.
Sus conquistas, sin embargo, encontraron un freno con una mujer de Oriente de 16 an?os, llamada Ana Mari?a. Baja de estatura, pero con las mejores piernas de Guatemala, que soli?a pasear por la sexta avenida vistiendo sus mejores galas, a sabiendas que la muchachada de la e?poca suspiraba por ella.
Cuentan que don Jorge la conocio? en una de sus giras de trabajo. De inmediato ordeno? a sus emisarios viajar al lugar para decirle a los padres de la muchacha que al Presidente le gustaba su hija, y que habi?a una casa en la capital para que se trasladara toda la familia.
Fue su preferida, al grado que aprovecha?ndose de las circunstancias, y una vez retirado de la Presidencia, Ana Mari?a le surigio? divorciarse de don?a Marta, lo cual rechazo? rotundamente, aduciendo que el matrimonio era una sola vez y para siempre.