Hemeroteca

1898: presidente Reina Barrios es asesinado 

La historia política nacional registra en este día uno de los varios magnicidios ocurridos en el país. El 8 de febrero de 1898 es asesinado el presidente José María Reina Barrios. ¿Venganza o crimen político?

Retrato del presidente Reina Barrios. (Foto: Hemeroteca PL)

Retrato del presidente Reina Barrios. (Foto: Hemeroteca PL)

Las ideas progresistas del presidente José María Reina Barrios que caracterizaron el inicio de su gestión, a finales del Siglo XIX, chocaron con su estilo de gobierno al finalizar su peri?odo. La impopularidad y el desgaste político, aparte del descalabro financiero nacional crearon un ambiente propicio para que sus enemigos planificaran asesinarle.


Dentro de esas circunstancias históricas, el primer designado a la Presidencia, licenciado Manuel Estrada Cabrera, resulta ser el principal sospechoso de conspirar en contra del gobernante, porque solo así? podría obtener el poder, aunque fuera interinamente.

Otras versiones señalan que el asesino, Oscar Zollinger, motivado por una venganza personal, es el autor intelectual y material del crimen.

A pesar de esto, prevalece la teoría que sindica a Manuel Estrada Cabrera como responsable del asesinato por la pugna de poder con el presidente Reina Barrios. De ahi? se le tilda como el oportuno manipulador de Zollinger, porque conocía sus sentimientos de venganza.

De la legalidad a la dictadura

El Presidente Reina Barrios fue electo el 15 de marzo de 1892. El historiador Manuel Eduardo Hu?bner escribe en su libro “Guatemala en la Historia: Un pueblo que se resiste a morir”, que fueron las primeras elecciones libres en Guatemala. Tenía 38 arios, “y un aire, aun cuando cortes y hasta fino, de hombre voluntarioso a quien la fortuna y el poder parecen haber humanizado.”

“Era un general valiente, educado y conocedor del mundo”, dice el historiador y diplomático, Antonio Batres Jáuregui, en su obra “La América Central ante la historia 1821-1921”, Tomo III. El autor evidencia contactos personales con el mandatario puesto que vivía frente a su residencia.

Para el ex diputado Jose? Garcia Bauer, “el Presidente no fue un militar tradicional, tenía ideas nuevas que adquirió? durante sus estudios en Francia, tal el caso del naturalismo y el positivismo jurídico”.

Y esa actitud se reflejó? en su gestión presidencial. Pese a las dificultades económicas, impulso? proyectos innovadores como la construcción de la Avenida de la Reforma y del Palacio Nacional que, entre otras obras, muestran un cambio radical en el diseño de la ciudad.

El gobierno marchaba bien, según registran los documentos históricos. Sin embargo, cuando estaba por terminar su gestión, el presidente Reina Barrios cambio? su actitud. “Reinita —como le llamaban por su corta estatura— se acostumbra a mandar sin replica” señala Hu?bner. Decide permanecer en el poder, aunque jurídicamente era imposible.

De cara al pueblo anuncio? que respetaría las elecciones. Sin embargo, poco después disolvió? la Asamblea y “convoco? a una Constituyente que le prorrogo? la presidencia”, cita el diario independiente La Republica, en febrero de 1898.

El Ministro de Gobernación y primer designado a la Presidencia, Manuel Estrada Cabrera fue hecho a un lado. El historiador Batres Jáuregui señala que “la Asamblea Legislativa estaba próxima a reunirse” y aquí? él sería nombrado segundo de Reina Barrios, en lugar de Estrada Cabrera.

Clemente Marroquín Rojas, Manuel Eduardo Hu?bner y el mismo Antonio Batres, coinciden al afirmar que al ser disuelta la Asamblea fueron declarados nulos los actos presidenciales anteriores, entre estos, el nombramiento del Primer Designado.

Manuel Estrada Cabrera vio complicarse aún más sus planes. Fue enviado a Costa Rica a una misión política. Cuando regreso?, encontró? cerradas las puertas del palacio presidencial, tampoco era integrante del gabinete. “Solo primer designado si alguien le reconocía como tal”, señala Hübner.

Un oscuro plan

El 8 de febrero de 1898, a las ocho de la noche, acompañado de dos oficiales del Estado Mayor, el Presidente caminaba por la 5a. avenida y 9a. calle de la zona 1 capitalina, en dirección al Santuario de Guadalupe. Era el sector donde residía Josefina Roca, que Hu?bner identifica como “la bella actriz española que ha sorbido el seso al general presidente”.


De pronto, un hombre apareció? sorpresivamente entre las sombras descargando su revólver contra él. El Presidente Reina Barrios cayo? al suelo. Había muerto instantáneamente según apunta una noticia de La Republica.

El asesino salió? huyendo pero varios policías lo persiguieron. Al darle alcance, le propinaron varios batonazos y le dispararon. Según la nota periodística de la época, el fallecido fue identificado como Oscar Zollinger.

El coronel, ingeniero e historiador Juan de Dios Aguilar de León dice que “un policía derribo? a Zollinger de un batonazo, llego? don Arturo Ubico y le dio? un tiro en la cabeza, por eso le llamaron “mata muertos”.

Para Aguilar, “Zollinger fue el autor material e intelectual del asesinato, porque en una oportunidad había expresado vengar la muerte de su protector, Juan Aparicio, asesinado aparentemente por orden del Presidente”.

Batres Jáuregui estima que Zollinger en realidad fue hábilmente utilizado por los verdaderos asesinos. “Estrada Cabrera, dice, estaba de acuerdo con el general Salvador Toledo”, Viceministro de la Defensa.

Días antes estos dos personajes se habían reunido para ultimar los detalles del plan. Después de la muerte de Reina Barrios, el Primer Designado a la Presidencia tomo? el poder durante 21 años, hasta que fue derrocado.

ESCRITO POR: