No existe cura para la enfermedad que causa el virus del ébola, que tiene un período de incubación de entre dos y 21 días y comienza con fiebre y fatiga, antes de pasar a dolor de cabeza, vómitos y diarrea muy fuerte, y posteriormente falla múltiple en varios órganos y hemorragia interna masiva.
El ébola fue detectado por primera vez en el Congo en 1976 y lleva el nombre del río donde se le reconoció. El virus puede transmitirse por contacto directo con la sangre o secreciones de los portadores, así como por objetos contaminados.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos indican que la enfermedad probablemente llega a los humanos a partir de animales infectados, y que el principal sospechoso es el murciélago de la fruta.
El ébola mata a más de la mitad de sus víctimas, y el tratamiento básicamente consiste en mantener al paciente hidratado mientras la enfermedad sigue su curso.
Su combate se centra en detener la propagación mediante la educación de la gente sobre cómo protegerse y aislar a los enfermos y a los fallecidos —puesto que los cadáveres siguen siendo contagiosos—, y determinar con quiénes tuvieron contacto los infectados para aislarlos también.
GUINEA
El primer caso del brote fue identificado en Guinea el 21 de marzo y desde entonces ha habido un total de 396 casos con 280 fallecimientos a medida que se ha extendido más allá de las áreas rurales remotas hasta la capital Conakry. Los expertos dicen que el brote podría haber empezado incluso en enero.
El ébola suele iniciar su acción en lugares remotos y puede ocurrir que varias personas se infecten antes de que la enfermedad sea identificada, lo que hace prácticamente imposible determinar una fecha precisa en que la gente comenzó a infectarse.
La educación ha sido la principal estrategia para combatir la expansión de la dolencia, y Guinea ha utilizado propaganda en radio y televisión en la que le informa a la población cómo mantenerse a salvo de la enfermedad, al tiempo que la exhorta a acudir de inmediato a un hospital si alguien está enfermo.
Una de las metas principales es explicarle a la gente qué hacer con los muertos: lavar el cadáver de una víctima antes de enterrarla, como se acostumbra, puede transmitir la dolencia.
Se ha reclutado a voluntarios, incluidos sobrevivientes de la enfermedad, para educar a la gente, incluidos líderes comunitarios y religiosos.
Con ayuda del grupo de ayuda humanitaria Médicos Sin Fronteras, se han establecido centros de tratamiento en las áreas donde se ha registrado el brote, y la OMS ha trabajado para impulsar la capacidad de los laboratorios que se requieren con el fin de confirmar la presencia del virus.
LIBERIA
Poco después de que el brote fue identificado en Guinea, apareció justo al otro lado de la frontera en la vecina Liberia el 30 de marzo, aunque desde entonces esta pequeña nación ha sido la menos afectada con sólo 63 casos y 41 fallecimientos.
El Ministerio de Salud ha establecido centros de tratamiento e inició una campaña de servicio público para disminuir la velocidad a la que se extiende la enfermedad, la cual incluye entrenar a profesionales de la salud a que utilicen ropa protectora, al tiempo que le prohíbe a los hospitales rechazar a los pacientes que presentan síntomas de ébola.
Han prohibido también que las víctimas sean enterradas sin primero ser examinadas, así como la emisión de un certificado de defunción con el fin de asegurar que se haya reportado adecuadamente quién ha sido afectado por la dolencia y con quién ha estado en contacto.
SIERRA LEONA
El ébola fue identificado en Sierra Leona a finales de mayo, justo cuando se esperaba que el brote en Guinea y Liberia estuviera disminuyendo. Desde entonces se ha extendido a cuando menos dos distritos, con 176 casos que han cobrado 46 vidas.
Al igual que los otros países, Sierra Leona formó un grupo nacional especial con reuniones diarias y estableció centros de tratamiento en las áreas afectadas. Uno de los principales obstáculos para controlar la enfermedad ha sido combatir los temores populares que la consideran como un asunto “diabólico” . En un caso reciente en el poblado de Sadialu, los habitantes quemaron el centro de tratamiento por miedo a que los fármacos que recibían las víctimas fueran en realidad los causantes de la dolencia.
El Ministerio de Salud también le advirtió a la población que albergar a los infectados es un delito, y lamentó que la gente estaba escapando de los hospitales y ocultándose.
La prensa local también destacó que, durante el primer mes del brote, el gobierno estaba reportando una cifra de fallecimientos sustancialmente más baja que la de la OMS, ya que sólo estaba en listando los muertos confirmados por ébola, en lugar de los presuntos casos, como había sido la práctica usual.
La OMS anunció el miércoles que estaba modificando su metodología para reportar las muertes por ébola —sólo en Sierra Leona— a solicitud del gobierno, con lo que redujo la cifra de fallecimientos en 32.