El ministerio de Salud regional anunció la muerte del bebé el mismo día en que una escuela de educación primaria de Berlín cerraba sus puertas de manera preventiva debido al número de casos de esta enfermedad.
La rubeola es una enfermedad infecciosa muy contagiosa que, según el instituto de vigilancia sanitaria Robert Koch, han padecido 570 personas en Berlín desde el mes de octubre.
Las autoridades no precisaron si el niño estaba vacunado. El ministro de Salud, Hermann Gröhe, pidió este lunes a la población que verifique sus vacunas y denunció a “algunos irresponsables opuestos a las vacunas que siembran un miedo irracional”. “El que rechace vacunar a su hijo no sólo pone en peligro a este niño, sino a otros”, añadió el ministro.
Su portavoz precisó que, por el momento, no estaba previsto convertir esta vacuna en obligatoria, pero aclaró que se reforzará la información a los padres y se verificarán los certificados. Si no basta, “habrá que tomar otras medidas”, añadió.
La rubeola puede provocar problemas respiratorios o neurológicos graves, como encefalitis, a veces mortales.
Los opositores a las vacunas estiman que éstas tienen efectos secundarios, en ocasiones peligrosos.
Según el Instituto Robert Koch, la rubeola llegó a Berlín a través de los demandantes de asilo de Serbia y de Bosnia Herzegovina, escenario de una epidemia desde febrero de 2014.